Soy Cloud Strife y tengo 21 años. Nací en un pueblo llamado Nibelheim, y mi sueño desde pequeño era el de convertirme en soldado e intentar igualar en combate al increíble Sephiroth, en estos tiempos, el hombre más fuerte y temido del mundo.
Tiendo a ser una persona un tanto seria, aunque no me cuesta arriesgar mi vida por defender lo que pienso.
La historia que contaré empieza con una misión en la base Shinra, que es la mayor organización del mundo, por su parte, Shinra es una enorme ciudad industrial.
Ahora mismo, me encuentro subido en un tren, ¡Empecemos la misión!
Allí me esperaba Barret, el jefe por así llamarlo de la organización Avalancha, el grupo para el cual fui contratado a fin de obra, dicha obra sería hasta que destruyéramos el reactor.
- Barret: Vamos, novato. Sígueme.
- Cloud: Sí, sí, ya voy (¿Novato? Si yo tengo mucha más experiencia en combate).
Barret es un hombre bastante fiel y soñador. Aunque uno de sus principales defectos son su mal hmor y que no se corta por nada, le da igual irrumpir en un establecimiento y echar a todos los que se encuentran allí mientras muele a tiros a todos los que allí están. Lleva una ametralladora enlazada al brazo.
Continué hacia adelante, intentando aguantar a Barret todo lo posible, hasta que me tuve que parar un rato delante de una puerta, esperando a que me la abrieran los técnicos del grupo.
- Biggs: ¡Ey! Tú eras uno de los miembros de Soldado ¿No? ¡No todos los días te encuentras con uno de ellos en un grupo como Avalancha!
- Jessie: ¿En Soldado? ¿Pero no son el enemigo? ¿Qué anda haciendo con nosotros en Avalancha?
- Biggs: Calma, Jessie. Estuvo en Soldado. Los abandonó y ahora es uno de los nuestros.
- Cloud: Aunque eso es un tanto relativo.
- Biggs: Bueno, no me llegué a enterar de tu nombre.
- Cloud: Soy Cloud Strife.
- Biggs: Cloud, ¿Eh? Soy...
- Cloud: Me da igual cómo os llaméis. En cuánto acabe este trabajo me largo de aquí.
Bueno, a Biggs se le ve que es el tipo de persona que intenta entablar amistad con la gente del grupo, sin importarle nada de dónde venga ni quién sea, ¿No se trabaja mejor cada uno por su cuenta? O al menos es mi forma de pensar. Con respecto a Jessie, es la única chica del grupo, para lo poco que la conozco se nota que tiene bastante carácter y que es todo lo contrario a Biggs.
- Barret: ¡¿Qué diablos estáis haciendo?! ¡Ya os he dicho que jamás avancéis en grupo! Nuestro objetivo es el reactor Mako del norte. Nos reuniremos en el puente que se halla enfrente. Así que ex-Soldado, ¿Eh? ¡No me fío de ti!
- Cloud: ¿Te digo lo que me importa a mí eso?
Este es nuestro objetivo, la base del reactor mako del norte, debemos hacer que explote.
- Barret: ¡Tío! ¿Es la primera vez que te enfrentas con un reactor?
- Cloud: No, a fin de cuentas estuve trabajando para Shinra, ya sabes.
- Barret: El planeta rebosa con energía de Mako. La gente la utiliza diariamente aquí.
- Cloud: ¿Y qué pasa?
- Barret: Es la sangre vital de este planeta. Pero Shinra no deja de chuparle la sangre con esas extrañas máquinas.
- Cloud: No necesito que me des una charla, creo que de Mako sé más que tú. Démonos prisa.
- Barret: ¡Se acabó! De ahora en adelante te vienes conmigo.
- Cloud: (¿Por qué a mí? Siempre tengo que trabajar con aficionados).
Para llegar hasta como así llamarlo, la bomba para detonarla y hacer volar todo esto, Barret se vino conmigo hasta allí, ni que necesitara ayuda para esto. Cuando llegamos...
- Barret: Cuando volemos por los aires este lugar, no va a quedar más que un montón de chatarra. Cloud, tú fijas la bomba.
- Cloud: ¿No deberías hacerlo tú? Líder.
- Barret: ¡Calla y hazlo, idiota! Tengo que vigilar y asegurarme de que no lo estropees.
- Cloud: Bien, que te aproveche (Al menos espero que me paguen bien).
De repente una voz extraña resonaba en mi cabeza, advirtiéndome de algún peligro, ¿Qué pasa?
- Barret: ¿Qué sucede?
- Cloud: ¿Eh?
- Barret: ¿Qué sucede, Cloud? ¡Date prisa!
- Cloud: Vale, lo siento.
- Barret: ¡Mala suerte, aquí vienen!
El medio de seguridad era un escorpión gigante robótico.
- Biggs: Esto mantendrá al planeta funcionando... al menos un poco más.
- Wedge: Sí.
- Jessie: ¡De acuerdo! Ahora todos a volver.
Cogimos y al salir, le prendimos fuego al edificio, ¿Este grupo siempre actúa igual, volándolo todo?
- Barret: Venga, salgamos de aquí. ¡Cita en la estación del sector 8! ¡Separaos y montad en el tren!
- Cloud: ¡Eh, eh! No te vayas tío.
-Barret: Si es sobre el dinero, guárdalo hasta que regresemos al escondite.
Cuando nos fuimos, me encontré con una florista por los suburbios, tenía como algo especial, no sé cómo explicarlo, pero le acabé comprando una flor.
- Florista: Perdóname, ¿Qué ha pasado?
- Cloud: Nada, eh... escucha... no importa.
- Florista: ¿Qué? ¡Dime! Ah, perdón, ¿Quieres comprar unas flores? Sólo cuestan un guil.
- Cloud: ¿Por qué no? Está bien.
- Florista: ¡Oh, gracias! ¡Aquí tienes!
Después de despedirme de la florista me dirigí a la estación, bueno... al puente sobre el que pasa el tren. Fui perseguido por un grupo de soldados. Al final tuve que acabar tirándome al tren y entrando con el tren en marcha.
Mientras tanto, dentro del tren...
- Wedge: Cloud no ha aparecido.
- Biggs: Cloud... ¿Me pregunto si lo han matado?
- Barret: ¡Por supuesto que no!
- Jessie: Cloud...
[De repente empieza a sonar unos golpes y a notarse un tambaleo en el tren]
- Biggs: Dime, ¿crees que Cloud... va a luchar hasta el final por Avalancha?
- Barret: ¿Cómo demonios voy a saberlo? ¿Acaso tengo cara de adivino? ¡Puaf! Si no fuérais todos una panda de inútiles...
- Wedge: Eh, Barret. ¿Qué hay acerca del dinero...?
- Barret: Qué pesados todos con el maldito dinero.
- Wedge: Ah, nada... perdona.
[Entonces empezaron a oírse unos golpes en la puerta más constantes]
- Cloud: ¡Alejop!
- Todos: ¿Cómo? ¿Cómo has entrado?
- Cloud: Parece que llego un poco tarde.
- Barret: Tienes toda la razón, ¡¡Llegas tarde!! ¡Y te presentas aquí como si no hubiera pasado nada y nos montas la escena!
- Cloud: No me supone un gran problema. Es lo que suelo hacer siempre, vete acostumbrando.
- Barret: ¡Maldición! ¡Tienes a todo el mundo preocupado pero solo te preocupas de ti mismo!
- Cloud: Ya veo... ¡Estabais preocupados por mí!
- Barret: ¡Qué!
- Cloud: ¿El grandullón tiene su corazoncito, eh?
- Barret: Voy a sacar tu dinero, ¡Todavía está caliente! ¡Levantaos, nos marchamos! ¡Seguidme!
- Wedge: ¡Eh, Cloud! ¡Has estado fenomenal!
- Cloud: Gracias.
Nos metimos en el vagón dónde se suele poner todo el mundo, al fin tuvimos un corto descanso. Tras llegar y sentarnos, salieron todos los pasajeros hacia el otro vagón.
- Jessie: Eh, Cloud. ¿Quieres mirar esto conmigo? Es un mapa de la red ferroviaria de Midgar. Echémosle un vistazo juntos. Yo te lo explicaré.
- Jessie: Esto me gusta. Bombas y monitores... sabes, todas esas cosas llamativas. Muy bien, está a punto de comenzar. Este es un modelo completo de la ciudad de midgar. Tiene una escala de 1/10000. La placa superior está aproximadamente a 50 metros de la superficie. Una estructura principal de soporte mantiene la placa en el centro, y hay otras estructuras de soporte para cada sección... [En voz baja] El reactor nº 1 que hicimos explotar estaba en la sección norte. Entonces queda el nº 2, 3 y así hasta el 8. Los ocho reactores suministran electricidad a Midgar. Cada ciudad tenía un nombre, pero nadie en midgar los recuerda. En vez de nombres, nos referimos a ellos por sectores numerados.así es como trabajamos aquí. ¡Este es el siguiente! Mira. Este es el camino que sigue el tren. El camino serpentea alrededor de la estructura del soporte principal. Deberíamos estar acercándonos al área del centro, ahora. En cada puesto de control, hay establecido un dispositivo sensor de ID. Puede comprobar la identidad y pasado de cada uno de los pasajeros en este tren, conectándolo al banco de datos central en las oficinas centrales de Shinra. De modo, que cualquiera podría pensar que tenemos pinta sospechosa, por eso usamos tarjetas de identificación falsas.
De repente, sonó una señal de alarma.
- Jessie: Hablando del rey de Roma... Esa luz significa que nos encontramos en el área de Seguridad de Comprobación de tarjetas de identificación. Cuando se apagan las luces es imposible saber con qué clase de tipos raros se puede encontrar uno. Bueno, ya casi llegamos, ¡Qué alivio!
- Barret: Mira... ahora puedes ver la superficie. Esta ciudad no tiene ni día ni noche. Si esa placa no estuviera ahí, podríamos ver el cielo.
- Cloud: Una ciudad flotante... un paisaje bastante perturbador.
- Barret: ¿Eh? Nunca pensé que oiría algo así de alguien como tú. Vaya, parece que eres una caja de sorpresas.
- Cloud: Ya ves, nunca sabes lo que te puedes encontrar por ahí, ¿Eh?
- Barret: El mundo superior... una ciudad en una placa... ¡Es por esa estúpida pizza, que sufre la gente que está ahí abajo!
- Barret: La ciudad ahí abajo está asfixiada a causa del aire contaminado. Además, el reactor continúa absorbiendo toda la energía.
- Cloud: ¿Y por qué no se mudan todos a la placa?
- Barret: No lo sé. Seguramente porque no tienen dinero. O quizá... porque... aman su tierra, sin importarles lo contaminada que esté.
- Cloud: ¿Pero quién puede amar esto? Aunque bueno, nadie vive en los suburbios porque quiere. Van como este tren, solo pueden ir por dónde les lleven los rieles.
Cuando salimos del tren, nos dirigimos hacia nuestra ''base'', era un bar que cogieron para ellos, en dónde decidimos los planes y demás cosas.
- Niña: ¡Papá!
- Cloud: ¿Papá?
- Camarera: ¡Marlene! ¿No vas a decirle algo a Cloud? Bienvenido a casa, Cloud. Parece que todo ha ido bien. ¿No has luchado con Barret?
- Cloud: Esta vez no.
- Camarera: Has crecido. Cuando eras pequeño, siempre te estabas metiendo en peleas por nada.
- Cloud: Toma, las compré en los suburbios.
- Camarera: ¿Flores? ¡Qué bonitas! Casi no se les ve por aquí en los suburbios. Pero... ¿Una flor para mí? Oh Cloud, no deberías haberlo... (Bueno, ¿Qué más da?) Gracias, Cloud. huele maravillosamente bien. Quizá debería llenar el almacén de flores.
La camarera de este bar como habréis visto, es bastante simpática y amigable, aunque no le recomiendo a nadie pelearse con ella o irá al hospital en camilla. Se llama Tifa Lockhart y somos amigos desde la infancia, por desgracia, nos tuvimos que llevar un tiempo sin vernos, muchos años, o desde la infancia más bien, hasta que acepté esta misión.
- Marlene: ¡Bienvenido a casa, papá!
Sí, aunque parecería mentira, Barret es padre, de la madre, aunque muchos penséis que es Tifa, no lo es, no conozco muy bien la historia de la familia.
- Tifa: ¿Estás bien, Barret?
- Barret: ¡Estupendamente! ¡Entrad aquí, estúpidos! ¡Vamos a empezar la reunión!
Las reuniones las hacíamos en el sótano, bajábamos a partir de la máquina tragaperras, aunque pareciera mentira.
- Barret: ¡Tú, Cloud! Quiero preguntarte algo. ¿Nos hemos enfrentado a alguien de Soldado hoy?
- Cloud: No. Estoy seguro que no.
- Barret: Parece que estás muy seguro. (Éste como siempre, me pone de los nervios).
- Cloud: Si hubiera alguien de Soldado no estarías ahí parado ahora mismo, habrías muerto allí seguramente.
- Barret: No pienses que eres tan bueno, sólo porque estuviste en Soldado.
- Cloud: Bueeeeno...
- Barret: ¡Serás! (¡Algún día lo mato!)
- Biggs: ¡Cálmate Barret!
- Barret: ¡Suéltame!
- Biggs: ¡Cálmate, no debemos pelearnos ahora!
- Barret: ¡Fuera!
Entonces, Barret le da un empujón a Biggs que lo manda a volar y lo deja K.O. contra la pared.
- Barret: Sí, eres fuerte. Probablemente todos lo de Soldado lo son. Pero no olvides esto: ¡Tu pellejo está trabajando ahora para Avalancha! No te hagas ilusiones acerda de quedarte en Shinra.
- Cloud: ¿De qué estás hablando? ¿Permanecer con Shinra? ¿Pero qué te has tomado antes de venir? Me haces una pregunta y yo la contesto... eso es todo. Me voy arriba, quiero hablar de mi dinero.
- Tifa: ¡Espera, Cloud!
- Barret: ¡Tifa, déjalo ir! ¡Parece que todavía echa a Shinra de menos!
- Cloud: ¡Cállate, bola pesada! ¡Shinra o Soldado, ambos me dan igual! ¡No me interpretes mal! ¡Me importa un bledo Avalancha o el planeta!
Tras subir del sótano Tifa me detuvo de nuevo. Realmente si no fuera por Tifa no sé si habría continuado con Avalancha, Barret me tenía un poco harto, sinceramente.
- Tifa: Escucha, Cloud. Te lo pido a ti. Por favor, únete a nosotros.
- Cloud: Ni en broma, lo siento Tifa...
- Tifa: El planeta se está muriendo. Lenta pero firmemente. Alguien tiene que hacer algo.
- Cloud: Deja que Baret y sus compañeros hagan algo (Y no siempre tendré que hacer yo todo). No tiene nada que ver conmigo.
- Tifa: ¡Así que, te vas de verdad! ¿Te vas a marchar así olvidándote de tu amiga de la infancia?
- Cloud: ¿Cómo puedes decir eso?
- Tifa: Te has olvidado también de la promesa.
Es cierto, se me olvidó una promesa que hice con ella hace 7 años. Cuando éramos pequeños, estuvimos hbalando sobre nuestros y demás. Ese momento fue cuando Tifa se enteró de que yo quería ser miembro de Soldado, pero no uno básico, sino uno de 1ª clase. Y le prometí que si lo conseguía, volvería para protegerla siempre que estuviera en problemas, parece ser que con el tiempo se me olvidó, al fin y al cabo, fueron 7 años...
- Tifa: Ahora te acuerdas, ¿Verdad?... de nuestra promesa.
- Cloud: Ni so un héroe ni soy famoso. No puedo guardar... la promesa.
- Tifa: Pero, has conseguido hacer realidad el sueño de tu infancia, ¿No es cierto? Te uniste a Soldado.
- Cloud: Eso sí, pero...
- Tifa: ¡Vamos venga! Tienes que guardar tu promesa.
- Barret: ¡Espera un momento, Soldado de todos los tiempos!
- Cloud: (¿Qué querrá ahora?).
- Barret: ¡Una promesa es una promesa! ¡Toma!
- Cloud: ¿Es esta mi paga? ¿1500 guiles? No me lo creo.
- Tifa: ¿Qué? ¡Entonces tú...!
- Cloud: ¿Tienes preparada la siguiente misión? Lo haré por 3000.
- Barret: Pero... ese dinero era para pagar el colegio de Marlene... maldita sea... ¡2000!
- Cloud: Trato hecho.
- Tifa: Gracias, Cloud.
CAPÍTULO 1
Asalto al reactor nº 5
Después de descansar, nos pusimos manos a la obra praa la siguiente misión. Nuestro objetivo actual será el reactor del sector 5, en resumen, es lo mismo que el anterior, volarlo en 1000 pedazos. En esta misión, Tifa nos acompañará también. Para llegar allí nos dirigimos hacia la estación y entramos dentro del tren. En cuanto entramos, Barret empezó a formar el mismo alboroto de siempre, todos los del vagón se fueron y tuvo una bronca con un trabajador de Shinra... a veces me da vergüenza ajena, aunque también resulta divertido.
- Cloud: Entonces, ¿Qué piensas hacer ahora?
- Barret: ¡Maldición! ¿Cómo puedes estar tan calmado? Estás haciendo que me suba el ritmo.
- Cloud: Se llama experiencia, estoy acostumbrado a este tipo de cosas.
- Tifa: Creo que ya han terminado de conectar todos los vagones. Por fin nos ponemos en marcha.
- Cloud: Así que, ¿Ese es nuestro próximo objetivo?
- Barret: ¡Jah, escucha cómo habla Don Seriedad de su trabajo! Muy bien... ¡Te lo contaré! Probablemente Jessie ya te lo habrá dicho, pero hay un puesto de control en la placa superior. Hay un sistema de comprobación de tarjetas de identidad en todos los trenes.
- Tifa: Del cual Shinra se siente especialmente orgulloso. No podemos utilizar las tarjetas falsas que hemos usado hasta ahora. Sólo nos quedan tres minutos más para llegar a la zona de comprobación de las tarjetas de identidad.
- Barret: Muy bien, dentro de tres minutos saltaremos de este tren. ¿Entiendes?
- Tifa: ¡Cloud, ven aquí! Vamos a echar un vistazo al mapa de la red ferroviaria.
- Cloud: ¿Otra vez?
- Tifa: Parece como si ya hubieras visto esto...
- Cloud: Más o menos.
- Tifa: Está bien. Acércate un poco más.
- Alerta de seguridad A: Confirmados pasajeros no identificados. Se ha iniciado una búsqueda en todos los vagones.
- Tifa: ¿Qué ocurre?
- Jessie: Tenemos problemas. Te lo explicaré más tarde. ¡Date prisa, pásate al otro vagón!
- Barret: ¡Maldita sea! ¡Alguien ha debido dar la alarma! ¡Vamos, mantente alerta!
Salimos corriendo de vagón en vagón antes de que nos encerraran en ellos, lo que supondría que estaríamos perdidos. Corrimos hasta el 4º vagón y ahí es dónde saltamos. Después del tren, saltamos hasta el subterráneo. Nos recorrimos todo el subterráneo hasta llegar a unos acueductos que estaban por debajo del reactor, parece ser que todo va sobre ruedas. Ya en reactor hicimos lo mismo que la otra vez. Pero no sé la razón, me empezó a doler mucho la cabeza, y me desmayé.
De repente, empecé a recordar cosas sobre mi pasado, Tifa estaba allí. En ese momento del pasado, mi ciudad natal, Nibelheim, había sido destruida por Sephiroth... fue quemada. Y el padre de Tifa, murió en manos de Sephiroth. Tras la escena, volví al presente.
- Barret: ¡Maldita sea, hombre, contrólate!
- Tifa: ¿Te encuentras bien?
- Cloud: Tifa.
- Tifa: ¿Qué?
- Cloud: No... olvídalo... ¡Vamos, daos prisa!
Activé la bomba para que todo estallara y nos salimos del reactor.
- Barret: ¡Por aquí! ¡Maldita sea! ¿¡Los soldados de Shinra!?
- Cloud: Si es que armas demasiado alboroto.
- Barret: ¡Maldición! ¿Qué diablos ocurre?
- Tifa: (Yo no lo veo tan raro).
- Cloud: Una trampa.
De repente, apareció como quien no quiere la cosa el presidente Shinra.
- Barret: ¿Presi... presidente Shinra?
- Cloud: El que faltaba (Vaya suerte la nuestra).
- TIfa: ¿Por qué se encuentra aquí el Presidente?
- Presidente Shinra: Entonces vosotros sois los de... ¿Cómo se llamaba?
- Barret: ¡Avalancha, no lo olvides! Y tú eres el Presidente Shinra, ¿Eh?
- Cloud: Largo tiepo sin vernos, Presidente.
- Presidente: ¿Mucho tiempo sin vernos? Ah... tú. Eres el que abandonó Soldado y se unió a Avalancha. Sé que has estado expuesto a Mako por tu mirada. Dime traidor, ¿Cómo te llamas?
- Cloud: Cloud.
- Presidente Shinra: Disculpe que le pregunte, pero no se me puede exigir que recuerde el nombre de cada persona. A menos que te hayas convertido en otro Sephiroth. Sí, Sephiroth era brillante. Quizá demasiado brillante.
- Barret: ¡Al diablo con todo eso! ¡Este lugar va a estallar con un buen Bang muy pronto, justo lo que merecéis!
- Presidente: Y tamaño desperdicio de buenos fuegos artificiales, sólo para librarnos de sabandijas como vosotros.
- Barret: ¿Sabandija? ¡Eso es todo lo que puedes decir... sabandija! ¡Los Shinra sois las sabandijas que exterminan el planeta! ¡Y eso te convierte en el Rey Sabandija! ¡Así que cállate gusano!
- Presidente: Estás empezando a aburrirme. Soy un hombre sumamente ocupado, así pues, si me disculpáis... hay una cena a la que debo atender. No obstante, hice los preparativos buscando un compañero de juego para todos vosotros.
- Presidente: Os presento a ''Rompe-aire'', el soldado tecnológico. Fue creado por nuestro departamento del Desarrollo de armas. Estoy convencido de que los datos que extraerá de vuestros cadáveres nos serán de gran utilidad para futuros experimentos.
- Cloud: ¿Un soldado autómata? (Esto es nuevo).
- Presidente: Y ahora, si me disculpáis.
- Cloud: ¡Aguarde, presidente! ¡Maldita sea!
El robot oponía bastante resistencia, parece ser que Shinra cada vez está construyendo mejores máquinas, pero ante esta situación, no pensé que pudiera sobrevivir ya que después de la batalla, el suelo en dónde yo estaba se rompió.
CAPÍTULO 2
Trabajo de guardaespaldas (La chica de las flores)
Tras caer al vacío, digamos que tuve muchísima suerte. Caí dentro de una iglesia, supongo que la iglesia amortiguó mi caída. Tras despertarme me percaté de que la iglesia estaba al cuidado de aquella florista a la que le compré aquellas flores, ¿Casualidad?
- Florista: ¡Oh, se ha movido! ¿Hola, hola? ¡Hola, hola! ¿Estás bien? Esto es una iglesia, en los suburbios del Sector 5. De repente caíste de arriba. De verdad que me asusté.
- Cloud: Todo está hecho añicos.
- Florista: El techo y el macizo de flores deben haber amortiguado tu caída... tienes suerte.
- Cloud: Macizo de flores... ¿Es tuyo? (¡No, me las he cargado!) Lo siento.
- Florista: No pasa nada. Las flores aquí son bastante resistentes porque es un lugar sagrado. Dicen que en Midgar no crecen ni la hierba ni las flores, pero por algún motivo, aquí sí. Me encanta este lugar. Bueno... pues ya nos veremos.
- Cloud: (Esto...)
- Florista: ¿No te acuerdas de mí?
- Cloud: Por supuesto, me vendiste aquellas flores.
- Florista: ¡Oh, soy tan feliz! Gracias por comprarme flores. Dime, ¿Tienes materia?
- Cloud: Sí, un poco. Hoy en día se puede encontrar materia en cualquier parte.
- Florista: Pero la mía es especial. No sirve para absolutamente nada.
- Cloud: ¿Para nada? Probablemente es que no sabes cómo utilizarla. Déjamela unos minutos y te enseño.
- Florista: Sí, sí que sé... lo que pasa es que no funciona. Tenerla me da seguridad; era de mi madre... (Bueno...) Me apetece hablar, ¿Y a ti? Después de todo, aquí estamos de nuevo ¿No? Me llamo Aerith, la florista. Me alegro de conocerte.
Estuvimos hablando durante un rato, le comenté que era mercenario y que realizaba trabajos de todo tipo. De repente, apareció un hombre pelirrojo en la iglesia, cuando fui a acercarme, Aerith me detuvo, parecía como asustada por ese hombre. Como si nada, continuamos hablando.
- Aerith: (Tal vez pueda serme útil) Dime, Cloud. ¿Has sido guardaespaldas alguna vez? Tú haces de todo ¿Cierto?
- Cloud: Eh... sí, eso es.
- Aerith: Entonces, sácae de aquí. Llévame a casa.
- Cloud: De acuerdo, lo haré... Pero te costará algo.
- Aerith: Bien, pues veamos... ¿Qué tal si salimos juntos una vez?
- Cloud: Eh... vale.
Entonces, aquel hombre se empezó a acercar cada vez más, ¿Qué quiere de nosotros?
- Cloud: No sé quién eres, pero...
- Pelirrojo: Cloud, ¿No me conoces?
- Cloud: Oh, sí (Ahora caigo) Te conozco. Ese uniforme...
- Soldados de atrás: Eh, éste es un poco raro, ¿No?
- Cloud: ¡Calla, espía de Shinra!
- Soldado: ¡Reno! ¿Lo quieres fuera?
- Reno: No lo he decidido aún.
- Aerith: ¡No luches aquí, vas a destrozar las flores! ¡Acompáñame! La salida está allí detrás.
- Cloud: De acuerdo.
Nos alejamos de allí lo antes posible para evitar las peleas innecesarias, sin embargo, nos empezaron a seguir, fue un poco costoso salir de allí debido a que por dónde pasamos estaba un poco desgastado, pero conseguí defenderla lo suficiente como para salir.
- Aerith: [Pone una cara sonriente y empieza a reírse ella sola] Me están buscando de nuevo.
- Cloud: ¿Quieres decir que no es la primera vez que te buscan?
- Aerith: No...
- Cloud: Son los Turcos. Son una organización de Shinra. Buscan a posibles candidatos para Soldado.
- Aerith: ¿Tan violentamente? Parecía que estuvieran raptando a alguien. (O sea, a mí).
- Cloud: También están implicados en un montón de asuntos turbios aparte. Espionaje, asesinatos... ya sabes. Pero, ¿Por qué te buscan? Ha de haber una razón, ¿Verdad?
- Aerith: No, en verdad no. ¡Creo que piensan que tengo madera para estar en Soldado!
- Cloud: Puede que sí. ¿Quieres unirte a ellos?
- Aerith: No sé... ¡Pero no quiero que esos tipos se apoderen de mí!
- Cloud: ¡Entonces, vayámonos!
Entonces nos fuimos hacia los suburbios en dónde ella vivía, no sé lo que buscanban de ella, pero convertirse en Soldado lo dudo mucho, le costaba la misma vida seguir mi ritmo y se quedaba atrás constantemente.
Al llegar a su casa nos quedamos un tiempo allí y conocí a su madre, era bastante simpática. Se llamaba Elmyra.
- Aerith: Estoy en casa, mamá.
- Elmyra: Hola cariño, ¿Quién es ese chico que te acompaña?
- Cloud: Este es Cloud. Mi guardaespaldas.
- Elmyra: ¿Guardaespaldas...? ¿Quieres decir que te han vuelto a seguir? ¿Estás bien? o estás herida, ¿Verdad?
- Aerith: Estoy bien. Tenía a Cloud conmigo.
- Elmyra: Gracias, Cloud.
- Aerith: ¿Qué vas a hacer ahora?
- Cloud: ¿Está lejos el Sector 7? Quiero ir al almacén de Tifa.
- Aerith: (¿Tifa?) ¿Es Tifa... una chica? ¿Una novia?
- Cloud: ¡De ninguna manera! (Ni se me ocurriría pensar en ello).
- Aerith: [Se ríe de forma picarona] No hace falta que te enfades tanto... Bueno, eso está... bien. (Adiós a mis esperanzas) Veamos, ¿El sector 7? Te mostraré el camino.
- Cloud: (¡Ni en broma!) Estás bromeando. ¿Por qué quieres volver a ponerte en peligro?
- Aerith: Estoy acostumbrada.
- Cloud: ¿Acostumbrada? Bueno, no lo sé... si una chica me ayuda...
- Aerith: ¡Una chica! ¿Qué quieres decir con eso? ¿Esperas que me siente y escuche después de oírte decir algo así? ¡Mamá! Me llevo a Cloud al Sector 7, volveré dentro de un rato.
¿Por qué? No necesitaba que Aerith me acompañara, solamente necesitaba saber qué dirección tomar, pero esta chica era un terremoto, no había quién la parara, dios mío, estas cosas sólo podían pasarme a mí. No salimos al primer momento, Elmyra, la cual se preocupada como la que más, propuso que nos quedáramos aquella noche a dormir y saliéramos al día siguiente, propuesta que aceptamos.
Mientras Aerith hacía las camas, hablé con Elmyra sobre Aerith. Y ella estaba igual que yo, quería que me fuera sólo, y la verdad es que lo veo algo razonable, yo tampoco quería que me acompañara, era demasiado peligroso.
Después subí hasta mi habitación y descansé un corto rato. Fue un gran alivio, hacía tiempo que no dormía en una cama blanda. Mientras dormía soñé con mi madre, como si estuviera conmigo en aquel momento, siempre estuvo muy obsesionada con que consiguiera una novia.
Me desperté muy temprano, me levanté y salí de la casa sin hacer el más minúsculo ruido. Sin embargo, cuando creí que lo había conseguido, Aerith se encontraba esperándome.
- Aerith: Te has levantado pronto y animado.
- Cloud: ¿Cómo podía pedirte que vinieras conmigo cuando sabía que sería peligroso?
- Aerith: ¿Has acabado? Tienes que atravesar el suburbio del Sector 6 para llegar al Séptimo Cielo de Tifa. Te llevaré allí. ¡Venga!
- Cloud: Si no hay más remedio.
Por el camino llegamos a un parque en dónde descansamos un rato, si yo hubiera ido sólo esto no habría pasado.
- Aerith: Oye... ¿Qué nivel tenías?
- Cloud: ¿Nivel?
- Aerith: Ya sabes... como Soldado.
- Cloud: Oh, yo era de primera clase.
- Aerith: Igual que él.
- Cloud: ¿Igual que quién?
- Aerith: Mi primer novio.
- Cloud: ¿Íbais... en serio?
- Aerith: No. Pero me gustó durante un tiempo.
- Cloud: Probablemente lo conocía. ¿Cómo se llamaba?
- Aerith: En realidad no importa.
Mientras hablábamos, una puerta se abrió y pareció una carroza un tanto pintoresca.
- Cloud: ¿Qué? Ey, mira allí. (¡¿Cómo?!) ¡¿Tifa?!
- Aerith: ¿Esa chica de la carreta era Tifa? ¿A dónde iba? Tenía un aspecto extraño... ¡Vamos!
- Cloud: ¡Espera, iré sólo, vete a casa!
¡Esta chica nunca escuchaba! Tras seguir a Aerith para intentar que se volviera, llegamos a una zona de industria, por así decirlo, era un sitio bastante sucio y descuidado.
No hay comentarios:
Publicar un comentario