Hola, soy Squall Leonhart y tengo 17 años, vivo y estudio en el jardín de Balamb, con el fin de convertirme en Seed, una unidad de élite, los cuáles, su misión principal, aunque nadie lo sabía ciertamente hasta que te conviertes en un Seed experto, es la de matar brujas. Me crie toda mi vida aquí, en el jardón, no tengo padres o no recuerdo nada de ellos.
Mi historia empieza en una zona del jardín de Balamb en dónde Seifer Almasy, mi gran rival, entrenaba conmigo. Tras mi último entrenamiento acabé herido y tuve que pasar unas horas en cama en el hospital del jardín.
''En la enfermería''
― Vaya, ya estás despierto, ¿Te encuentras mejor? ―Me preguntó la enfermera Kadowaki―.
― Sí, creo que sí ―Respondí, aún un poco mareado―.
― Tienes que cuidarte mejor, pero ya tienes mejor aspecto, a ver, ¿Cómo te llamas?
― Squall, Squall leonhart ―Respondí―.
― La próxima vez no os lo toméis tan en serio. Podríais haceros mucho más daño.
― Eso dígaselo a Seifer.
― Ese Seifer es incorregible, no le hagas caso.
― No puedo andar siempre huyendo de él ―Le respondí colocando mi palma en la frente―.
― ¿Quieres ser un tipo duro? Muy bien, pero no te excedas mucho ¿Eh? A ver... tu instructora era... Quistis Trepe ¿Verdad? Ahora mismo la llamo.
En cierto modo, la culpa la tenía Seifer, él era el que me buscaba siempre, y yo, por lo tanto, le seguía el juego. Tras un tiempo de espera, el teléfono sonó, al cual, la doctora Kadowaki acudió.
― ¿Quistis? ¿Puedes venir a recoger a uno de tus alumnos?
― Sí, sí... la herida no es grave, pero le quedará una buena cicatriz, ¿cierto? ―Respondió la instructora Quistis al teléfono―.
― Exacto, ven en cuanto puedas.
Era extraño, unos minutos después de que la enfermera saliera, una chica apareció en la enfermería. Por la forma en la que me hablaba, parecía que me conocía y, no sé por qué, sentí como si yo también la conociera a ella, ¿Quién será?
― Squall, cuánto tiempo sin vernos... ―me dijo aquella chica desconocida―.
― ¿Eh, quién es? ―Pensé en aquel momento, extrañado―.
Y justamente después, llegó mi instructora para sacarme de aquí, ya que no me encontraba tan mal, y hoy teníamos un examen muy importante
― ¡Hay que ver! Sabía que se trataba de ti o de Seifer. Vamos ya, hoy tienes el examen práctico ―dijo Quistis―.
Durante el camino, me hizo una serie de preguntas que... la verdad, no sé por qué razón me hacía dichas preguntas. Me preguntaba cosas semejantes a que le gustaría conocerme más y cosas por el estilo, a lo cual, yo siempre suelo mostrar bastante indiferencia.
Tras aquella extraña charla, entramos en la clase. Seifer estaba conmigo también, yo me sentaba siempre sólo, no me gusta mucho relacionarme con los demás.
― ¡Buenos días! Comenzaremos explicando el plan de actividades del día. Como algunos de vosotros estaréis enterados, esta tarde es el examen práctico de aspirantes a Seed. Quienes no participéis y los suspendidos en el examen escrito de la semana pasada, os quedaréis a estudiar en el aula. Los aspirantes al examen podréis disponer de tiempo libre hasta más tarde, aunque os recomiendo que entrenéis con especial dedicación. Os espero a las 16:00 en el vestíbulo. Allí anunciaré a los jefes de equipo. ¿Entendido? Cambiando de tema, ¡Seifer! A ver si entrenas con un poco más de cuidad, no debes lastimar a tus compañeros ―Explicó Quistis―.
― Pero será... ―Pensó Seifer asestando un golpe en la mesa―.
― Muy bien entonces, a los participantes al examen os veré más tarde. Podéis retiraros, por cierto Squall, quisiera hablar contigo ahora. ―Me llamó Quistis tras finalizar―.
La primera cosa que se me pasó por la cabeza fue... ¿Qué querrá ahora? Pero en fin, supuse que no sería nada importante.
― Todavía no has ido a la caverna de las llamas ¿Verdad? Sabes que es materia obligatoria para presentarse al examen práctico ―dijo Quistis mirándome fijamente―.
― Pensaba ir esta mañana, pero Seifer... ―Pensé―.
― ¿Tienes algo que decir? ―Me preguntó Quistis―.
― No, nada en especial ―dije sin ganas de decir mucho más―.
― Muy bien, entonces irás conmigo hoy mismo. Si no te sabes bien la teoría puedes repasarlo antes de irte ―me dijo Quistis―.
― Qué remedio. ―pensé―.
― Te espero en el pórtico ―dijo Quistis caminando hacia la salida―.
Qué más remedio, ahora tenía que ir agarrado de la mano de la instructora Trepe, genial. La peor parte de todo era,que si quería presentarme al examen, tenía que ir hoy obligatoriamente, así que hacia allí me dirigí.
''En el pórtico del jardín.''
― Hay un par de cosas que querría explicarte antes de que nos vayamos ―Comentó Quistis―.
― ¿Qué, que me va a dar clases ahora? ―Me pregunté temeroso de tener que aguantar una clase―.
― Los G.F. nos dan fuerza. Cuánto más fuerte sean nuestros G.F. más fuerte nos volveremos. Así que tienes que aprender a enlazarlos ¿Cierto? ¡Presta atención! ―Explicó Quistis―.
Te explico, un G.F. es un ente o un monstruo, como queráis llamarlos. Estos G.F. tienen una capacidad muy extraña que es la de poder acoplarse o enlazarse a un humano, de esa manera, dicha persona adquiere un poder mucho mayor al que tiene normalmente. En realidad ya sabía todo esto, venía en la teoría del anterior examen así que no presté mucha atención.
― ¿Comprendido?
― Sí ―Respondí a mala gana―.
― Pues venga, en marcha. La caverna de las llamas está al Este de aquí.
Finalmente llegamos. Al llegar, se encontraban dos profesores a cada lado a la entrada de la caverna, al parecer, ésto, no iba a ser tan fácil como parecía.
― El objetivo es conseguir un G.F. de bajo nivel. Te ayudará un Seed, ¿Listo? ―Me preguntó el profesor de la izquierda―.
― Listo ―Respondí―.
― Ayudaré en todo lo que pueda. Instructora nº 14 Quistis Trepe ―Respondió Quistis
― Selecciona un tiempo límite. Elige en función de tus habilidades; tiene que ser un desafío, pero no debe ser imposible ―dijo el profesor de la derecha―.
― Con 10 minutos irá bien, no será para tanto ―dije muy seguro de mí mismo, suelo serlo normalmente―.
― ¿Ya estás a punto? Buena suerte. ―Nos deseó el profesor de la derecha mientras entramos en al caverna―.
Debido a mi exceso de confianza, tuvimos muy poco tiempo para llegar hasta el G.F. y derrotarlo. Nos dirigimos hasta el fondo de la caverna que es dónde se encontraba el gran G.F. de fuego llamado Ifrit.
- Quistis: Ha llegado la hora de la verdad, ¿Estás preparado?
- Squall: Por supuesto (Qué pesada, ni que tuviera 5 años).
A los minutos, apareció el gran Ifrit, supongo que un poco molesto. Al final, conseguimos salir ilesos de la caverna y en tiempo. Finalmente, ya podré presentarme al examen práctico. ¡Si apruebo seré Seed! Una vez llegamos al jardín, nos separamos.
- Quistis: Bien hecho, Squall. Ahora ve a tu habitación y ponte el uniforme. Nos reuniremos en el vestíbulo del nivel 1.
- Squall: Vale.
Y eso hice, me fui a mi habitación para ponerme mi uniforme de aspirante a Seed y al salir ya estaba Quistis esperando.
CAPÍTULO 1
El examen de Seed
- Quistis: ¡Squall! Voy a anunciar los equipos para el examen. A ti te toca con... a ver... Zell Dincht, es muy majo.
- Squall: ¿Majo? Más bien pesado, ¿No puedo cambiar de equipo?
- Quistis: Lo siento pero no, ¡Dincht, Zell Dincht!
Te comento, Zell Dincht es el típico niño peleón come bocatas del que todos hablan, tenía razón, era majo, pero también era muy agobiante y pesado, vamos, un caso perdido, pero él no era el mayor de mis problemas.
- Zell: ¡Hey! ¿Me toca contigo?
- Squall: Parece que sí.
- Zell: ¡Chócala!
- Squall: (Paso).
- Zell: Tú y Seifer no os lleváis muy bien ¿Eh? Me han dicho que esta mañana os habéis peleado de nuevo.
- Squall: No ha sido una pelea, simplemente estábamos entrenando.
- Zell: ¡Apuesto a que eres el único que lo ve así! Seifer se divierte provocándote, no sé por qué siempre le sigues la corriente.
Como te decía, un pesado metomentodo.
- Squall: No es asunto tuyo.
- Quistis: Debéis saber que Seifer es vuestro jefe de equipo.
- Zell: ¿Seifer, jefe nuestro?
- Quistis: Sí, y es definitivo. ¡Seifer, estás por ahí!
Como siempre, aparece Seifer con sus dos compañeros, Viento y Trueno.
- Quistis: Eres el jefe del equipo, buena suerte.
- Seifer: Instructora, detesto que me deseen buena suerte. Eso guárdaselo para los estudiantes mediocres.
- Quistis: Entiendo. Buena suerte, Seifer.
- Seifer: ¡Pero si le he dicho que...! ¡Añadan a la instructora a la lista!
- Squall: (¿Qué guardarán en esa lista?).
- Quistis: ¡Bien! Sois el equipo B. Estaréis a mi cargo. Lo más importante es el trabajo en equipo.
- Seifer: Trabajar en equipo significa no cruzarse en mi camino, ¿Entendido? Es la primera regla del equipo B. ¿Ha quedado claro?
- Director Kramer: ¿Estamos todos?
Apareció el director para informarnos un poco de la misión y en que nos convertiremos si pasamos, vamos, el mismo rollo de todos los días antes de un examen, mientras yo atendía, Seifer se encontraba un poco ido, ya había hecho el examen varias veces y se sabe el discursillo de memoria.
- Director Kramer: ¡Cuánto tiempo sin veros! ¿Cómo estáis? Hoy os examináis doce alumnos, del equipo A al D. A continuación os dirigiréis a la batalla, con enemigos auténticos, el campo de batalla es un mundo de vida y muerte, victoria y derrota, vergüenza y honor... un mundo que aún desconocéis.
- Seifer: (Qué aburrimiento, el mismo discurso una y otra vez).
- Director: ¿Qué tal? ¿Nerviosos?
- Seifer: No mucho.
- Director: Os acompañarán nueve Seeds, si fracasáis, ellos terminarán lo que habéis empezado, supongo que con ellos os sentiréis más seguros. Los Seeds son la élite del jardín de Balamb, nuestro orgullo. Aprended de ellos, seguid sus órdenes y aprobaréis. Demostrad que sois dignos de convertiros en Seeds. Adelante y buena suerte.
- Seifer: Trueno, añade al director también a la lista.
Una vez terminado el discurso nos dirigimos al garaje para coger el coche en el que nos llevarían a la ciudad de Balamb, en dónde cogeríamos el barco hacia el lugar del examen.
- Zell: Squall, enséñame tu sable pistola porfaaa...
- Squall: ...
- Zell: ¿Qué te cuesta?
- Squall: ...
- Zell: ¡Sólo un momento, sí!
- Squall: (Qué pesado).
- Zell: Vale, ya no te lo pido más.
- Squall: (A ver si es verdad).
- Zell: Eres un mezquino, de eso me he dado cuenta hoy.
- Squall: (¿Pero no se iba a callar ya?)
Y de repente, se puso a pegarle puñetazos al aire. Actuaba de una forma muy rara, aunque hay que admitir que era muy cómico ver a Zell y Seifer actuar entre ellos.
Mientras tanto, yo le pregunté a Quistis sobre aquella chica que apareció en la enfermería, sobre si ella la conocía al menos, pero no vio a nadie, ella llegó más tarde.
Tras llegar a Balamb, ya estaba listo el barco para zarpar, debería estarlo, pero no estaba nervioso, sabía que estaba preparado para lo peor. Cuando subimos, durante nuestro viaje hacia Dollet, apareció Shu, encargada de reunir información, apareció y nos fue explicando la misión.
- Shu: Hola, Quistis.
- Quistis: Shu, éstos son los miembros del equipo B.
- Zell: Buenas tardes instructora.
- Squall: Buenas tardes.
- Shu: Seifer, ¿Cuántas veces has hecho este examen?
- Seifer: Me gustan los exámenes.
- Shu: Procederé a explicar la misión. Muy bien, tomad asiento. Nuestro cliente es el congreso de la República de Dollet. Hace 18 horas nos ha solicitado el envío de Seeds. Dollet está siendo atacado por tropas de Galbadia desde hace 72 horas. Después de 49 horas de lucha, las fuerzas de Dollet han abandonado la zona urbana. Se han retirado a las montañas que rodean la ciudad y ahora tratan de organizarse. Esa es la situación actual. Pasaré a explicar nuestra misión y los detalles estratégicos. Actualmente, Galbadia concentra sus fuerzas en la montaña para barrer a las tropas de Dollet. Desembarcaremos en la playa de Luptán. Entraremos y defenderemos a las tropas encontradas en peligro allí, a continuación, los Seeds tomaremos posiciones en torno a la ciudad para recibir a las fuerzas de Galbadia, que sin duda regresarán a la zona.
- Seifer: ¿Y nosotros qué hacemos aquí?
- Shu: Los aspirantes a Seed tenéis la misión de expulsar a los soldados de Galbadia que han entrado en la ciudad.
- Zell: ¡Qué responsabilidad!
- Seifer: Qué rollo. No haremos más que recoger las migas que dejen los Seeds.
- Shu: Ah, una última advertencia, la idea de retirada es de obligatorio cumplimiento. Ya nos aproximamos. Puede que entremos en combate de inmediato, estad listos. Eso es todo, si tienen alguna duda, comentádsela a Quistis. Estamos a punto de llegar, preparados.
Tras toda la explicación, Seifer me ordenó salir a fuera para ver qué ocurría en la superficie. Fue impactante a la par que emocionante, una escena de guerra, bombas... una masacre, esta escena hacía que tuviera más ganas de entrar en acción.
- Seifer: Bien, a esperar a que vengan más soldaditos, entonces. Esperar... odio esa palabra.
Tras el poco tiempo oímos unos ciertos ruidos.
- Squall: Parece que ha empezado.
- Seifer: ¡Les recibiremos cómo se merecen! ¡No estorbes! [Se lo dice a un perro que se encontraba mordiéndole los calcetines] ¡Fuera de aquí! ¡Hey, los de Galbadia! ¿Qué os pasa, eh? ¡No me hagáis perder la paciencia!
Y luego me solía preguntar por qué suspendía tanto, no me extraña en el diccionario aún no ha llegado a la página en dónde pone el significado de disciplina. Aunque Seifer casi nos monta un espectáculo ahí, no apareció nadie, ni pasó nada, nos tuvimos que quedar esperando más tiempo hasta que Seifer acabó de explotar.
- Squall: Como tardan. (Como tarden más cualquiera aguanta a éste).
- Seifer: ¿Qué esperan los cerdos de Galbadia? [Entonces empieza a lanzar gritos como un energúmeno] ¡Ya no aguanto más! ¿Qué hemos venido a jugar con perros?
Y de repente el perro se puso a aullar, como llamando la atención y nos tuvimos que ocultar. Empezaron a aparecer soldados uno tras otro.
Tras irse, divisamos que se dirigían hacia un objeto que había sobre una montaña que se veía a lo lejos. No entraba dentro de nuestra misión, pero Seifer insistía en ir a comprobarlo, imagino que se aburría demasiado, la verdad, prefería ir y no tener que aguantar sus berrinches. Finalmente decidimos ir, al fin y al cabo, el jefe de equipo es el que toma las decisiones y los demás miembros del equipo deben seguirlo, ¿No?
Por lo tanto, nuestra nueva y peligrosa misión, era subir a la cima, destrozar los planes de Galbadia y salir de allí antes de que se nos acabe el tiempo del examen. Corríamos el riesgo de que por listos nos suspendan, pero... ¿Qué se le va a hacer? Cuándo llegamos hasta arriba, encontramos a unos soldados hablando sobre cosas importantes relacionados con la torre que andamos buscando. Parece ser una torre de transmisión de radio, en dónde comunican información a todo el país.
- Soldado nº 1: ¡Generador en orden normal de funcionamiento!
- Soldado nº 2: ¡Sobre-alimentador activado!
- Seifer: ¿Qué hacen esos tíos?
- Soldado nº 1: Se ha detectado un cable dañado. Procederé al reemplazo.
- Soldado nº 2: ¡Entendido!
- Squall: ¿Están preparando algo?
- Seifer: Bah... nada que ver con nosotros ¿Eh? Oye... es tu primera batalla. Apuesto a que estás muerto de miedo.
- Squall: no sé... prefiero no pensar en eso (Te imagino a ti en tu primer examen).
- Seifer: A mí me pirra el combate. ¿Miedo...? ¡Ja!
- Squall: (No me extraña, la costumbre hace al poder, y el poder hace la confianza y la confianza hace...).
- Seifer: Después de cada batalla... siento que estoy más cerca de hacer realidad mi sueño.
- Squall: ¿Qué...? ¿Qué sueño? (Como no sea el de matar, matar y matar, no te veo soñando con pajaritos futuros).
- Seifer: Tú también debes tener uno... (Se supone).
- Squall: Lo siento... no me gusta hablar de esas cosas.
- Seifer: (Venga ya, no me lo creo).
- Zell: ¿Por qué no? ¡Vamos, habla!
- Squall: ¿Y a ti que te importa? (Será entrometido...)
- Seifer: Sí, ¿Quién te ha dado vela en este entierro?
- Zell: [Muy molesto] Ya verás...
Tras esta pelea cómica Seifer se fue él sólo, sin importarle si íbamos con él o no. Tras irse oímos una voz que me resultó familiar. Apareció una joven a lo alto de un barranco, parecía exhausta. Al intentar bajar cayó a nuestro nivel rodando.
- Chica: Soy Selphie Tilmitt, mensajera, sois el equipo B ¿Cierto?
- Squall: Correcto.
- Zell: (¿Una mensajera? Sabía que la íbamos a liar, maldito Seifer).
- Selphie: ¿Dónde está vuestro jefe?
- Squall: Por ahí va corriendo.
- Seifer: ¡Squall, alguna te hablaré... de mis sueños de gloria!
Y sigue su rumbo y su camino a su rollo, muy feliz de sí mismo, metiéndose dentro de la torre. Tras ver que entró en la torre, la muy lunática, porque no tenía otro nombre, saltó el otro barranco. Tras ella saltar, saltamos nosotros, aunque a Zell no le gustaba mucho la idea.
- Selphie: ¿Por qué habéis tardado tanto? ¡Si sólo era un saltito de nada!
- Zell: ¿Un saltito de nada? (¿Pero de dónde ha salido esta loca?) Más bien era un barranco.
- Selphie: Sí, bueno, vamos juntos, ¿No?
- Squall: Supongo.
Nos fuimos tras Seifer. Cuando entramos por la puerta, tres soldados salieron corriendo traumatizados por Seifer.
- Seifer: ¡Ja! Cobardes.
- Squall: (Este tío no es normal).
- Selphie: ¡Señor jefe de equipo! ¡Se me escapa el jefe de equipo!
- Squall: (Gritando dudo que lo coja).
Tras entrar, encontramos un montacargas que nos permitía ascender al siguiente nivel, lo utilizamos y ascendimos a la cima de la torre. En el nivel superior se encontraban Biggs y Wedge, dos soldados negados, los típicos que aparecen en todos lados, tienen alto rango, pero a saber dónde les darán esos rangos. A estos soldados les tocó arreglar la torre.
-- Wedge: ¡Capitán Biggs! Según informes, en el nivel superior de la torre se ha observado una sombra fantasmagórica. ¡Capitán!
- Biggs: ¡Cállate! ¿No ves que estoy ocupado? Inserto ésto aquí... ajusto esta tuerca... ¿Por qué tendré que reparar yo esta maldita torre? ¡Un militar de mi rango, perdiendo el tiempo con este trasto!
- Wedge: Mientras usted termina patrullaré los alrededores, señor.
- Biggs: (Por fin se va) Ajá... ésto va aquí... y ahora... aprieto un poco ésto aquí... ¡Listo!
Cuando llegamos, todo empezó a moverse, el suelo temblaba y todos los motores se pusieron en marcha, ahora empezaba a poder transmitirse la emisión de radio.
-Squall: ¿Qué haces?
-Seifer: ¡Ja, lástima!
-Biggs: ¡Ah… ¿Qué has hecho…?
-Seifer: ¡Silencio!
Y nos tuvimos que enfrentarnos a Biggs, y a mitad de la batalla aparece el otro soldado, bien distraído, ¿En donde se había metido? Cuando llevamos un tiempo en medio de la batalla, un gran viento hizo que los dos soldados volaran, y apareció un monstruo enorme, parecido a un diablo, al cual tuvimos que hacer frente, reconozco que ésto no venían en los planes del examen.
-Selphie: ¡Yo sólo soy una mensajera! No la tome conmigo.
-Squall: La orden de retirada es absoluta. No debemos llegar tarde a la lancha.
-Seifer: ¿A qué hora has dicho?
-Seifer: A las 19:00… quedan sólo 30 minutos. ¡os veo en la playa en 30 minutos! ¡A correr!
-Selphie: ¡Se ha ido sólo! ¡Qué carota!
-Zell: ¡Qué tío! ¿No somos nada para él?
Era una máquina de hierro, con forma de araña, muy típica en Galbadia, tuvimos que enfrentarnos, al seguir tranquilos, vemos que el suelo empieza a temblar.
-Zell: ¡Eh! ¿Pero no estaba roto?
-Squall: ¡No tenemos tiempo para averiguarlo, vámonos, rápido!
Y salimos corriendo de allí, tras tener que destrozarlo varias veces. Conseguimos llegar a la playa, perseguidos por esa máquina, casi me atrapaba, por suerte, conseguimos subir a la lancha y salvarnos, se podría decir que tuvimos suerte.
Una vez montados en la lancha, regresamos otra vez a Balamb.
-Trueno: ¡Seifer! ¿Qué tal te ha ido?
-Seifer: No han hecho más que darme problemas. Es duro ser jefe de equipo.
-Zell: ¿Cómo?
-Viento: ¿Ileso?
-Seifer: ¡Venga ya! Anda, vámonos.
-Zell: (¿Y se va?)
-Quistis: Buen trabajo chicos, estáis libres hasta el anochecer, entonces tenéis que volver al jardín. ¡Romped filas!
Al irnos, nos encontramos a Seifer, arrancando el coche y derrapando para salir.
-Zell: ¡Eeeeeh! ¿Otra vez lo mismo? Este tío siempre va a su bola.
-Squall: Me extraña que no le conozcas, así que... tendremos que ir andando.
CAPÍTULO 2
¿Aprobado o suspenso?
Cuando por fin llegamos al jardín después de nuestro tiempo libre, nos fuimos a esperar a que nos dieran las notas. Mientras me dirigía a mi habitación, me encontré con el director, la instructora y Shu hablando sobre cómo habían ido las cosas, no tiene muy mala pinta.
-Director: Al final todo ha salido a pedir de boca ¿No?, están todos a salvo, ¿Verdad?
-Shu: Aunque no sabíamos que el objetivo real del ejército de Galbadia era la torre de transmisión.
-Cid: Acabamos de recibir un aviso del gobierno de Dollet. El ejército de Galbadia ha aceptado retirarse bajo la condición de que se mantenga la torre en condiciones de transmitir.
-Shu: bueno, de todos modos, lo importante es que el ejército de Galbadia se ha retirado. ¡Si hubieran resistido un poco más, hubiéramos ganado más dinero! Lástima.
Dando una vuelta por el jardín, me encontré a Seifer, el cual, estaba bastante serio y molesto por la misión.
-Seifer: ¡Squall! ¿Te has enterado de lo de la torre de transmisión de Dollet? Si no nos hubieran dado la orden de retirada, ahora seríamos héroes para la gente de Dollet.
-Quistis: ¿Qué dices? Si lo único que querías era buscar pelea.
-Seifer: Instructora Trepe, ¿Cómo puedes decirme eso? Así se me quitan las ganas de estudiar.
-Squall: (¿Pero estudias?)
-Seifer: Aunque pensándolo bien, una instructora del tres al cuarto como tú no lo entendería.
-Quistis: ¿Qué?
-Shu: ¡Seifer, te estás pasando! Tendrás que responsabilizarte por haber alejado al equipo B de la zona asignada.
-Seifer: ¿No sabes que la responsabilidad de un comandante consiste en tomar las medidas más adecuadas para cada situación?
-Shu: ¿Comandante dices...? ¡Si ni siquiera has llegado a ser Seed!
-Seifer: (¿Cómo?)
-Shu: ¡Bye bye!
-Director: Instructora Trepe, puede retirarse. ¡Seifer! Serás castigado por tu irresponsabilidad. Es una medida necesaria para mantener la disciplina en la academia. Aunque en cierto modo, entiendo por qué has actuado así. No quiero que os convirtáis en simple mercenarios. no quiero que obedezcáis órdenes automáticamente. Quiero ver...
Aparece uno de los profesores.
-Profesor: Director, ya es hora de volver a su despacho.
-Director: Eh... bueno... hasta luego chicos.
-Atlavoz: Todos los aspirantes a Seed que se han examinado hoy deben dirigirse al pasillo delante del aula del nivel 2.
Me dirigí hacia el aula del nivel 2. Allí se encontraban Zell y Selphie corriendo por los pasillos y dentro se encontraban todos los demás alumnos presentados en el examen, se podía palpar los nervios de todos los alumnos esperando las notas, esperamos un rato hasta que nos fueron llamando uno por uno.
-Profesor: ¡Dincht, Zell Dincht!
-Zell: ¡Yuuupiiiiii! ¡Hasta luego tíos!
-Profesor: Leonhart, Squall Leonhart del equipo B, preséntese. Estos son los alumnos que han aprobado. Ya pueden retirarse.
Increíble, ¡He aprobado! ¡Soy Seed! Se ve que todos mis esfuerzos han dado su resultado, aunque la verdad es que no me extrañaba, no sé. Me dirigí hacia el despacho del director, dónde estaban Zell, Selphie y otro alumno.
-Profesor: Director, ya es casi la hora de la reunión. Sea breve. Por favor. Los Seeds sois un bien muy valioso para este ''Jardín''. Su valor y su reputación dependen de cada uno de vosotros. Por eso debéis esforzaros al máximo. Esto es lo que usted quería decir, ¿No es así, director? Éstas son vuestras calificaciones y vuestro rango Seed.
-Director: Y aquí damos por finalizada la ceremonia de entrega de los certificados de Seed.
-Squall: (Creo que paso) [Hice un gesto como quien bebe]
-Zell: ¡Vaya! Seed o no Seed, veo que sigues siendo el mismo. Qué le vamos a hacer. Nos vemos.
-Selphie: ¡Zell, Zell! ¿Por qué no te apuntas al comité organizador del festival estudiantil?
-Zell: (Ostias, me cogió) Ejem... Acabo de acordarme de que tengo algo que hacer. ¡Ha... hasta luego!
-Selphie: ¿Quieres formar parte del comité del festival estudiantil? Puedes ayudarnos cuando tengas un momento. ¡Porfa, porfa!
-Squall: Vale, está bien. Me apunto. Por probar.
-Selphie: ¿En serio? ¡Yupi, yupi! A partir de ahora estaremos ocupados con las misiones de Seed, pero tendremos que encontrar un huequecito para el festival. ¡Hasta luego!
A partir de aquí, ocurrió algo que me cambiaría la vida, aquí fue cuando la vi... era una chica realmente hermosa, aunque no me interesan mucho las mujeres, pero he de admitir que tenía algo especial que me llamó la atención.
-Chica de la fiesta: Eres el más guapo de todos.
-Squall: (Vale, dime otra)
-Chica: ¿Bailamos?
-Squall: Lo siento, pero paso.
-Chica: A ver si lo adivino... ¡Sólo bailas con chicas que te gustan! En ese caso, ¡Mírame! Caerás bajo mi poder hipnótico... te gusto... te gusto mucho, mucho.
-Squall: (¿Qué hace?)
-Chica: ¿No funciona?
-Squall: No es por ti, es que no sé bailar.
-Chica: ¡Yo te enseño, no te preocupes! Estoy buscando a alguien y no quería entrar sola en la pista de baile.
-Squall: ¡Hey, pero... espera!
Entonces fuimos a bailar, más bien de forma obligada, me llevó a tirones hacia la pista y aunque no supiera como bailar, he de decir que no nos salió tan mal como pensaba.
CAPÍTULO 3
Fin de la fiesta, rumbo a la zona de entrenamiento
Mientras pensaba en el balcón, buscando un poco de mi tan apreciada soledad, vino Quistis, no sé si vino a animarme o simplemente a molestarme.
-Quistis: Lo has hecho muy bien. En el examen... y en la pista de baile.
-Squall: Vaya, gracias, en fin. ¿Algo más?
-Quistis: ¡Pero bueno! ¿Bailas con una desconocida, pero no quieres estar conmigo ni cinco minutos?
-Squall: Lo siento. Pero tú eres una instructora y yo un alumno. Es muy incómodo cuando estás al lado de un profesor y nadie dice nada.
-Quistis: Es verdad, yo también era así. Ah, me olvidaba...
-Squall: (Sabía que quería algo).
-Quistis: Tengo órdenes para ti, tenemos que ir juntos al ''rincón secreto''.
-Squall: ¿Perdón?
-Quistis: Es el lugar en el que los alumnos se reúnen para hablar por la noche. Está pasando la zona de entrenamiento.
-Squall: ¿A la zona de entrenamiento? ¿Para qué tenemos que ir allí? ¿Vamos a decirles a todos que tendrían que estar en la cama? Ni hablar, yo no soy un policía, para eso está el comité disciplinario.
-Quistis: [Se ríe] Ve a cambiarte. Nos encontraremos delante de la zona de entrenamiento. Ésta es mi última orden.
-Squall: ¿Última orden?
-Quistis: Han pasado muchas cosas, allí te contaré.
-Squall: Está bien.
No me enteré de nada de a qué venía lo de la última orden, supongo que era por el tema de que en aquel momento yo también era Seed, pero en fin, cumplí con mi última orden, me cambié y fui a la zona de entrenamiento. ¿Por qué querrá ella que nos veamos allí? Algo me olía mal.
-Quistis: Oye Squall... ¿Has luchado alguna vez con el arqueosaurio de la zona de entrenamiento?
-Squall: ¿Con el qué? (¿A qué viene eso?)
-Quistis: El arqueosaurio. Es un rival duro, pero es posible derrotarlo si lo envenenas o haces algo parecido.
Os explicaré más o menos qué es un arqueosaurio, es un dinosaurio semejante al T-Rex, un bicharraco de más de 10 metros con unos afilados dientes. Lo que la gente se suele preguntar es: ¿Qué hace un bicho así en el jardín?
Tuvimos suerte de no encontrarnos con ningún arqueosaurio, la zona de entrenamiento era una zona adornado como si fuera una jungla, plantas enormes, dinosaurios dando vueltas y plantas muy violentas. Cuando legamos, estaba todo lleno de parejitas hablando y Quistis se le veía muy extraña... Eso me hacía ponerme un poco nervioso.
-Squall: (Puf... mala cosa) Es medianoche.
-Quistis: ¿No vas a decirme nada más?
CAPÍTULO 4
Un sueño muy extraño
Para llegar a Timber, no tenía mucha complicación, simplemente era, entrar en la ciudad de Balamb y coger el tren con destino a Timber. Al llegar, pagamos los 3.000 guiles necesarios para el ticket y entramos. Era increíblemente enorme y, lo que es más impresionante, el tren se dirigía hacia Timber, ¡a través del agua! un hecho muy extraño y poco común.
- Zell: ¡Este tren es chulísimo! ¡Menudo pedazo de tren intercontinental! Incluso tiene un túnel submarino para ir a Timber. Mola, ¿Eh?
- Squall: Supongo que sí (Esto va a ser más difícil de lo que creía).
- Zell: Vaya, ya veo que no te interesa. A propósito, Squall. Para entrar necesitas el billete.
En cuanto abrí la puerta, Selphie salió disparada para entrar la primera. Cuando entré en la habitación, me quedé impresionado, ¡había hasta camas! Era como el cuarto de toda casa. Cuando entré, Zell, como los bebés, se encontraba pegando saltos encima de la cama.
- Zell: ¡Qué pasada tío!
- Squall: Me alegro de que estés tan contento. (¿Es que no se puede estar quieto?).
- Zell: Esto es genial. Vale la pena ser Seed. Hey, ¿Sabes algo sobre Timber?
- Squall: Apenas.
- Zell: Me lo imaginaba. Deja que te cuente. Timber era un pacífico país cubierto de bosques. Pero hace 18 años fue invadido por Galbadia. Timber fue derrotado y desde entonces, está bajo el control de Galbadia. Se ve que hay muchos grupos de resistencia, unos grandes, otros más pequeños.
- Squall: ¿Y...?
- Zell: Ya está.
- Squall: (Pues vaya rollo) Gracias, sabelotodo.
- Zell: ¡De nada, tío!
Entonces apareció Selphie con muy mala cara.
- Selphie: Me siento rara...
- Squall: Si estás cansada, lo mejor será que descanses un rato.
- Selphie: Tengo mucho sueño...
- Squall: Oye, ¿Estás bien?
- Zell: A decir verdad, aquí se respira un poco raro. A mí también me está entrando sueño.
Acabaron los dos dormidos. Yo no noté nada al principio, hasta que... empezó a sonar en mi cabeza un sonido muy punceante, con el que perdí el conocimiento. Sí, me había dormido también. Tras ello, soñé algo en especial, y muy raro también.
INTRODUCCIÓN AL MUNDO DE LAGUNA
Hola, soy Laguna, soldado de Galbadia y tengo 27 años. Supongo que de mi personalidad, ya me irás conociendo con el paso del tiempo y seguro que nos llevamos muy bien ¿Eh? Siempre me acompañan mis dos compañeros de trabajo y amigos del alma, Kiros y Ward. Mi historia empieza en un bosque cerca de Timber. Acabamos de venir de una misión y ahora nos disponemos a volver a nuestra ciudad, Deling.
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