Final Fantasy X-3



 

PRÓLOGO

Llegada a un mundo extraño

 

Hey, chico, ¿Cómo estás? Soy Jecht, tu padre. Es posible que nunca llegues a leer esto, pero igualmente lo escribo para que conozcas todas las aventuras que te esperarán cuando llegues aquí y que, a pesar de todo, te permita comprender un poco cómo funciona la vida aquí en Spira, y aquellos que leáis este escrito, os aseguro de que será una aventura fascinante.

Todo empezó en Zanarkand, un día que me fui a entrenar, pero nunca más volví... antes que nada, he de pedirte a ti y a tu madre perdón por desaparecer de aquella forma. Bueno, volviendo al tema... Una noche, salí a entrenar a las aguas de Zanarkand, todo iba como de costumbre, pero encontré algo muy extraño allí abajo, en aquel momento, sentí que fue lo más extraño que había visto por los mares.

-Jecht: (¿Qué se supone que es eso?).
-Voz misteriosa: Huye.
-Jecht: (¿Quién?).
-Voz misteriosa: ¡Nada, ahora!

Era una criatura sorprendente, con mirada penetrante... realmente, sentí terror en ese instante, la primera vez que me sentí de aquella forma. Entonces, empecé a nadar lo más rápido que pude pero algo parecido a una gran onda expansiva me impulsó al interior de las profundidades y lo último que recuerdo de aquella escena fue golpearme fuertemente contra una de las piedras que allí había y ver algo parecido a la figura de un niño delante de mí, después de ello perdí el conocimiento.

Cuando desperté, estaba flotando y dos soldados, que no sabía de dónde eran, me encontraron.

-Soldado 1: Eh, mira a ese tío.
-Soldado 2: ¿Qué hace aquí?
-Soldado 1: Saquémosle.

No sé cuánto tiempo sería, pero para mí fueron solo instantes. Desperté en un largo puente, en un lugar totalmente cerrado y muy misterioso. Nunca vi nada parecido.

-Soldado 1: Hey ¿Quién eres tú? ¿De dónde vienes?
-Jecht: No sé quiénes sois, es de mala educación obligar a uno a presentarse sin hacerlo antes, ¿No lo sabías?
-Soldado: ''Apuntándole con el rifle''. No te hagas el gracioso, identifíquese inmediatamente.
-Jecht: Está bien, está bien, (¿Cómo acabé en esta situación?) Mi nombre es Jecht y vengo de Zanarkand, ¿Contentos?
-Soldados: ¿De Zanarkand?

Ambos se miraron y conjuntamente fueron a por mí y me inmovilizaron y esposaron como si fuera un criminal. Entonces, un par de horas después, me llevaron a un lugar que podría ser como un tribunal. Después de hablar con lo que para mí en aquel momento, me parecía un animal medio felino y medio humano, empezamos un juicio. Le llamaban venerable Kelk.

-Jecht: Genial, ¿Se puede saber qué hago yo aquí?
-Venerable Kelk: Declaro abierto el tribunal supremo de Yevon. Aquí se ha de buscar la verdad absoluta, en nombre de Yevon. Acusados, creed en Yevon y decid únicamente la verdad.
-Jecht: ¿De quién?
-Venerable Kelk: Forastero Jecht.
-Jecht: ¿Eh? ¿Qué ocurre? ¿Por qué estoy aquí?
-Venerable Kelk: Se le acusa por mancillar el nombre de Zanarkand, la tierra sagrada de Yevon.
-Jecht: ¿Zanarkand tierra sagrada? ¿De qué está hablando? ¿Y cuándo he mancillado su nombre?
-Venerable Kelk: Aseguraste provenir de Zanarkand, nadie puede vivir ahora allí, una mentira a una tierra sagrada es un delito muy grave a los ojos de Yevon. ¿Qué tiene que decir ante eso?
-Jecht: ¿Qué voy a decir? ¿Tierra sagrada, desde cuándo? ¡Zanarkand es de dónde soy y es la verdad!
-Venerable Kelk: Pues si no tiene nada más que decir, el acusado será condenado a encarcelamiento durante 3 años y si sigue con el mismo pensamiento de conducta, será fusilado por insulto a Yevon y a nuestros antepasados.
-Jecht: ¿Cómo? ¿Será una broma? ¿Y quién es ese Yevon, eh? ¡Soltadme, eh!

Después de ello, me metieron en una celda y allí permanecí durante mucho tiempo. En serio, fue horrible el tiempo que tuve que pasar en aquella celda moribunda como si fuera un vulgar ladrón, yo, el mejor jugador de Blitzball y el héroe de Zanarkand, eso pensé en aquellos momentos.


 

CAPÍTULO 1

Braska, el invocador

Pasaban los meses y yo seguía allí metido, pero como tampoco tenía gran cosa qué hacer, me dedicaba a dormir casi todo el día, en casa no podía así que, había que sacarle partido. En aquel momento, escuché algunos ruidos que venían de afuera.

-Carcelero: Buenas tardes, invocador Braska, ¿Qué le trae por aquí?
-Braska: Buenas tardes, venía buscando a un hombre que habéis encarcelado hace poco.
-Carcelero: ¿Se refiere al loco que dice ser de Zanarkand?
-Braska: Al mismo.
-Carcelero: Sé que puedo ser un poco impertinente, pero... ¿Qué asuntos tiene con él?
-Braska: Simplemente me parece interesante, solo quiero hablar con él.
-Carcelero: Está bien, sígame por favor.

Tras ello, el carcelero trajo a aquel hombre hacia mi celda, cosa que me extrañó muchísimo, hacía tiempo que no veía a nadie ni acercarse a mí. Braska llevaba una túnica de mangas rojas y cuerpo amarillo y un gorro muy raro, siempre se lo dije. Braska no venía solo, le seguía otro tipo vestido de rojo y con una coleta, únicamente llevaba una manga, cosa que se me hizo bastante característico.

-Jecht: ¿Quién eres, eh?
-Braska: ¿Tú eres Jecht, el hombre de Zanarkand?
-Jecht: ¿Si lo fuera, qué?
-Acompañante de Braska: ¡Cuidado con lo que dices!
-Jecht: (¿Y qué le pasa a este? Bueno, a estas alturas todo me da igual).
-Braska: Lo siento, soy Braska, un invocador. He venido a sacarte de aquí.
-Jecht: ¿De verdad? Suena tentador. ¿Dónde está la trampa?
-Braska: ''Entre risas'' Eres suspicaz. Saldremos de viaje... a Zanarkand.
-Jecht: ¿En serio?
-Braska: Exacto. Quiero que vengas con nosotros, será peligroso. Pero si llegamos a zanarkand... cumpliré mi deseo y tú podrás volver a tu tierra... Quizá. Bueno, ¿Qué dices?
-Jecht: ¡Hecho! Vamos.
-Braska: ¿Tan rápido?
-Jecht: Llevo meses encerrado, quiero salir de aquí.
-Braska: Entonces no hablemos más.
-Acompañante de Braska: ¡Yo no estoy de acuerdo! ¿Este borracho, un guardián?
-Jecht: ¡Oye! ¡Dilo otra vez, si te atreves!
-Braska: ¿Qué importa? Soy el invocador marginado que se casó con una Albhed. Nadie cree que pueda derrotar a Sinh. Nadie tiene fe en nosotros. Demostrémosle que se equivocan, Auron. El hombre marginado, el hombre de Zanarkand y el monje guerrero renegado por rechazar la mano de la hija del sacerdote. ¡Qué deliciosa ironía si derrotáramos a Sinh! ¿No te parece?
-Jecht: (¿Cuánto va a durar la cháchara? ¡No me interesa!) ¡Basta de cháchara, sácame de aquí!

Tras esperar un poco a que hablaran con los carceleros y se realizaran algunos trámites, por fin pudieron sacarme de esa maldita celda. Sin embargo, el que acabara en esa celda fue la condicionante de que realmente llevara una apasionante aventura en Spira, así que ahora puedo decir, que me alegro de ello.

-Jecht: Aaah... ¡Por fin, libre!
-Braska: Ahora Jecht, estaré en tus manos hasta que lleguemos a Zanarkand.
-Jecht: Vale, estupendo. Bueno... dime, ¿Qué es un invocador, eh?

Entre risas, Braska se figuraba que no era precisamente muy conocedor de la cultura de Spira en aquel entonces.

-Braska: Un invocador es aquel que es capaz, con el poder que les otorgan los oradores, de invocar a criaturas sorprendentes con el fin de que, tras transcurrir su viaje, obtenga un gran poder, capaz de invocar a un ser supremo, capaz de derrotar a Sinh.
-Jecht: ¿Eh, Sinh? Creo haber oído ese nombre antes...
-Braska: ¿No sabes qué es Sinh?
-Jecht: Bueno, de dónde vengo no existe ningún monstruo así.
-Braska: ¿En serio? Sorprendente, tenéis mucha suerte de ello (Seguro que ha estado muy cerca de Sinh y la toxina le ha afectado mucho) Sinh es una criatura que apareció en Spira hace miles de años y todo empezó porque empezamos a utilizar máquinas de forma abusiva, de tal forma que acondicionaba incluso a guerras con ellas. Todo era masacre tras masacre, como resultado, apareció Sinh y digamos que surgió otro problema aún mayor... un gran problema que nosotros somos los únicos que podemos resolver.

Mientras tanto, Auron estaba hablando con otra persona, parecía como un soldado de esos.

-Auron: Gracias por todo, Kinoc.
-Kinoc: No hace falta que te lo diga pero, cuida de Braska.
-Auron: Lo haré. Tú también estarás ocupado, te han ascendido, ¿No?
-Kinoc: Sabes que ese ascenso era para ti. ''Dijo Kinoc con tono desganado''. Siempre has sido el mejor, hasta el fin.
-Auron: Lo dices como si fuera a morirme. Volveremos a vernos.
-Kinoc: Sí. ¿Ya te vas?
-Auron: Exacto.
-Kinoc: Cuando vuelvas, háblame de Zanarkand.
-Auron: Hecho. Adiós.

Cuando volvió Auron, nos fuimos de la prisión de una vez por todas y atravesamos el puente en el cual me desperté, aunque a la salida, les birlé a esos soldados una especie de esfera azul muy extraña que me llamó mucho la atención, ya me conoces chico, soy muy curioso.

-Jecht: ¡Eh, Braska! ¿Qué es esta esfera?
-Braska: Es una esfera del viajero, sirve para grabar en vídeo.
-Jecht: ¿En serio? ¡Qué pasada! ¡Vamos a ver!
-Auron: ¡Hey! ¿Qué filmas?
-Jecht: Bueno, dijiste que iba a ser un viaje largo. Veremos muchas cosas, ¿No? Lo grabaré todo aquí. Para enseñárselo a mi mujer y a mi hijo.
-Auron: (Maldito Jecht) Este no es un viaje de placer.
-Jecht: Oye, Braska, ¿Esta no es una gran ocasión? ¿Dónde están todas tus fans? ¿Y las mujeres emocionadas?
-Braska: Nada de eso. Si te despides demasiado, pierdes las ganas de marcharte.
-Jecht: (Vaya... no lo entiendo, pero si lo dice...) Si tú lo dices, espero que cuando volvamos esté todo más animado. ¡Un desfile para Braska, el héroe que derrotó a Sinh!
-Braska: Debemos partir. Pronto amanecerá.

Bueno Tidus, hijo, grabaré en cada zona en la que estemos para que puedas ver cómo nos ha estado yendo por aquí y sobre todo, el cómo fue nuestro viaje.


 

CAPÍTULO 2

Inicio del viaje de Braska y sus guardianes

Cuando salimos de aquel puente, me quedé asombrado al conocer este mundo. El primer sitio que vi, aparte de aquella celda, fue un bosque realmente hermoso, era todo cristalino y brillante.

-Jecht: ¡Vaya, mirad esto!
-Auron: ¿Qué pasa? ¿Es la primera vez que ves un sitio como este?
-Jecht: Claro que sí, ¡En Zanarkand no hay sitios como este, puedo asegurártelo! ¿Qué bosque es este?
-Braska: Este lugar se llama el bosque de Macalania, es un bosque cristalino como puedes ver y si atravesamos este bosque, llegaremos al templo de Macalania, el cual está rodeado de nieve.
-Jecht: ¡Mola!
-Braska: Ahora, nuestro destino será ir a ese templo para continuar con nuestro peregrinaje.
-Jecht: Entendido, por cierto, ¿Dijiste que estabas casado con una Albhed? ¿A qué te refieres? ¿Es como una raza o algo así?
-Braska: Sí, es algo parecido. Los Albhed son una civilización que, a la cara de Yevon, no están muy bien vistos.
-Jecht: ¿Y cómo se llama?
-Braska: Se llamaba Atenia.
-Jecht: ¿Llamaba?
-Braska: Atenia murió a manos de Sinh, es por esa razón que me hice invocador, no creo que nadie tenga derecho a sufrir lo mismo que sufrí yo. También tengo una hija de unos 7 años llamada Yuna.
-Jecht: ¿En serio? Lo siento.
-Braska: ¿Y tú? Dijiste que tenías una mujer y un hijo, ¿Cierto?
-Jecht: Sí, mi mujer se llama Thiara y mi hijo Tidus, tendrá como Yuna, unos 7 años más o menos. Ahora seguro que tiene que estar odiándome y lloriqueando como un niño que es.
-Braska: Bonita forma de describirlos, ¿Eh? Venid un momento, voy a enseñarte algo que seguro que te gustará.

Braska nos llevó a un lago totalmente cristalino, como era todo el bosque, la verdad es que me resultó increíble. Estoy seguro de que te quedarías sin palabras si lo vieras, chico.

-Jecht: Vaya... ¡Qué pasada! Braska, ¿Te importa si hacemos una paradita, eh?
-Braska: No hay problemas.
-Auron: No hay tiempo para descansar, jJcht.
-Jecht: Vamos, será un minuto, quiero grabarle a mi hijo por si viene a Spira algún día.
Braska: Está bien, ¡Grabando!

Y te grabé mi primera, de muchas esferas, para ti. Nunca se me ha dado bien estas cosas así que, no me lo tengas en cuenta ¿Eh?


-Jecht: Si estás mirando esto... es que has caído en Spira, como yo. Quizás no sepas cuando volverás a casa, ¡Pero no llores! Entiendo que quieras llorar, pero... algún día debes dejar de llorar y seguir adelante. Todo irá bien. Recuerda, eres mi hijo. Y... bueno... (¿Qué más podría decir?) Nada... estas cosas no se me dan bien. De todos modos... creo en ti. Suerte, hijo. Adiós.
-Braska: Muy emotivo, bueno, prosigamos. Avanzaremos hasta el templo de Macalania y después de allí daremos un rodeo y daremos la vuelta hacia el templo de Djose.
-Jecht: Describe ''un rodeo''.
-Braska: Digamos que volveremos aquí e iremos por el otro camino aprovechando que estamos ya aquí.
-Jecht: Está bien, está bien.

¿Un rodeo? Una vuelta por todo el continente querría decir más bien, bueno, nadie dijo que fuera a ser fácil, ¿Cierto? O eso quise pensar en aquel momento. Subimos un poco más y alcanzamos la salida del bosque, todo el paisaje era completamente nevado y según me contó Braska, nunca paraba de nevar y siempre con la misma intensidad con la que nevaba aquel día, decían que era por los oradores o algo así.

-Braska: Tengo una idea, ahora que lo pienso, aún no nos hemos hecho ninguna foto todos juntos, creo que este es un buen momento.
-Jecht: Me parece bien.
-Auron: Yo no estoy tan de acuerdo.
-Jecht: ¡Ooh vamos!
-Auron: (Qué remedio) Está bien.

¡Para hacernos la foto, Auron se ponía en la otra punta del lugar! ¿Tenía yo una enfermedad rara o algo así?

-Braska: Auron, acércate más a Jecht.
-Auron: Si es necesario.
-Braska: ¡Ahí está bien!
-Jecht: ¿Tienes miedo de que te muerda? Braska, ¿Te filmo? ¡Será un buen regalo para Yuna!
-Braska: ¡Sí!
-Auron: Braska, no deberíamos perder el tiempo así.
-Jecht: ¿Qué prisa tienes, hombre?
-Auron: ¡Verás la prisa que tengo!
-Braska: Auron... (Vale, creo que me quedo sin filmar, ya filmaré más tarde).

En serio, cada vez me caía Auron peor, siempre nos molestaba, si por algún casual lees esto Auron, gracias por todo y eres buen tío, ¡Pero te falta más carisma! Sin embargo, demostró ser la persona más leal que se podría tener, así que ya sabes chico, si te lo encuentras, no lo sueltes.

Conseguimos avanzar hasta el templo por un gran camino nevado. Costaba caminar y respirar por el frío, no llevaba ningún abrigo, pero ya sabes, no hay nada más frío que las aguas de Zanarkand, ¿Cierto?, por lo tanto, conseguimos sobrevivir al tortuoso camino. Mientras, conversamos Braska y yo un poco más, Auron no es que comentara mucho la verdad. Braska me contó que provenía de Bevelle, una de las ciudades más importantes de Spira, en dónde también existe un templo y además, dónde se convirtió en invocador. 

A mitad del camino, nos encontramos con otros seres muy extraños, los guado, para que me entiendas, eran personas humanas pero que se les veía todas las venas en caras y brazos, en cierto punto, me daba escalofríos el simple hecho de tocarlos, menos mal que no tuve por qué hacerlo.

-Guado mayor: Os doy la bienvenida al templo de Macalania, ¿Qué os trae por aquí?
-Braska: Soy el invocador procedente de Bevelle, Braska y estos son mis guardianes: Auron y jecht.
-Guado mayor: ¿Invocador? Ya veo, soy Jyscal Guado, venerable de Yevon y protector del templo de Macalania, estaba esperando su llegada, la sala de la prueba le espera.
-Braska: Gracias.

Acto seguido, entramos en la sala de la prueba, era un puzzle muy complicado de realizar, sinceramente, yo solo, no sé si habría sido capaz de realizarlo fácilmente, todo se basaba en bloques de hielo, colocar esferas y cosas así, no se me da muy bien explicar las cosas, lo admito.

-Jecht: ¡Hey! Yo ya me he perdido, ¿Qué estamos haciendo?
-Braska: Tenemos que realizar una serie de pruebas para demostrar que somos dignos de rezar al orador y pedirles que nos preste su poder.
-Jecht: ¿De verdad?
-Auron: ¿Hay que pensar demasiado para ti?
-Jecht: ¿Cómo? ¡Ya verás, estará resuelto en un minuto!

Nos tomó bastante más de un minuto, casi 4 horas podríamos decir, pero al final conseguimos pasar y llegar hasta el final del templo, ¿Siempre vamos a tener que pasar por pruebas como esta? Al salir, nos esperaba Jyscal Guado.

-Jyscal Guado: ¿Por qué no os quedáis aquí a descansar y mañana proseguís con vuestro peregrinaje? Debéis de estar cansados después de subir estas montañas y el monte Gagazet es muy tortuoso.
-Braska: Suena tentador... ¿Qué decís chicos?
-Auron: Yo no necesito descansar (No deberíamos perder más tiempo).
-Jecht: Tengo la espalda de mover bloques de hielo hecha añicos, me apunto a la oferta.
-Braska: Está bien, descansaremos pues, gracias por dejarnos hospedarnos aquí.
-Jyscal Guado: Gracias a ustedes por traernos la calma.

Entonces, pudimos reposar allí, era extraño... Había veces que no entendía algunas cosas que hacía Braska, había veces que se quedaba grandes y largos minutos parado mirando al horizonte, con cara triste... ¿Por qué sería? Cada vez que le preguntaba, siempre me respondía: ''No miro a la nada, solo observo el maravilloso mundo en el que vivimos para que quede siempre en el recuerdo, nunca sabes cuándo puede ser la última vez que lo veas''. He de admitir que me emocionaba mucho cuando lo decía, imaginé que sería que entre tantas batallas, quién sabe cuándo podríamos caer o algo parecido.

De cualquier forma, al día siguiente, despertamos y continuamos el viaje, si te soy sincero, Spira es un mundo increíble y me emocionaba saber cuál sería nuestra próxima ruta de viaje. ¡Aunque echo de menos Zanarkand y un buen partido de Blitz!


 

CAPÍTULO 3

La llanura de los rayos

        Después de volver a dar toda la vuelta y bajar la montaña de nuevo, nos encontramos por el bosque de Macalania a un hombre que podría tener 65 años o así, no estoy seguro.

-Hombre mayor: Perdonad, estoy buscando diversas mariposas características de este bosque... ¿Habéis visto algunas fuera de lo común?
-Braska: ¿Mariposas fuera de lo común?
-Hombre mayor: Sí, aquí en el bosque de Macalania, existen un tipo de mariposas que esconden un gran misterio.
-Jecht: ¡Vaya! ¿Y de qué misterio hablamos?
-Hombre mayor: Hay dos mariposas, rojas y azules, las azules se dice que dan suerte a quién las toca, sin embargo las rojas...
-Braska: ¿Qué ocurre con las mariposas rojas?
-Hombre mayor: Conllevan al mal presagio, atraen a la mala fortuna y además son las favoritas de los monstruos de aquí, los atrae, así que deberíais de tener cuidado, si divisáis alguna, alejaros prudentemente.
-Auron: Gracias por el aviso, ¿Y si son tan peligrosas, por qué las buscas?
-Maechen: Me presentaré, me llamo Maechen y soy investigador. Me dedico a moverme por todo Spira y descubrir todos los secretos que esconde. ¿Queréis que os cuente alguna historia?
-Braska: Lo siento, quizás en otra ocasión, no tenemos mucho tiempo que perder.
-Maechen: Entiendo, los jóvenes de hoy en día no tienen tiempo para historias ¿Eh? Bueno, mucha suerte en vuestro viaje.
-Braska: Lo mismo digo, anciano.

No te voy a engañar, chico, no me apetecía nada cruzarme con una mariposa de esas y enfrentarnos a una jauría de monstruos hambrientos, después de todo, no hacía mucho que me hice guardián y aún estaba un poco verde al peligro. Después de salir del bosque de Macalania, aparecí en un lugar en el que, sin exagerar, pasé más miedo que en toda mi vida por unos momentos. Era una llanura muy extensa en la que frecuentaban los rayos.

-Jecht: Oye, Braska, ¿Qué pasa con el tiempo aquí? Llueve mucho de repente.
-Braska: Bueno, eso es porque...

''De repente cae un rayo justo al lado de Jecht''

-Jecht: ''Grita de la gran impresión'' ¡Aargh! ¿Pero qué rayos?
-Auron: Esta es la llanura de los rayos, aquí siempre llueve y caen rayos.
-Jecht: Vale, ¿Y cómo se supone que pasaremos por aquí?
-Braska: Cruzaremos pegados a las torres eléctricas, atraen a los rayos y nos protegen de ellos, es la única manera.
-Jecht: De acuerdo, hey, me gustaría grabar otro vídeo aquí, seguro que mi hijo no se cree que pueda existir un lugar como este.
-Braska: Está bien, será un bonito recuerdo. Auron, ¿Lo grabas tú?
-Auron: ¿Quién yo?
-Jecht: Vamos auron, que no tenemos todo el día ''Me río a carcajadas de Auron''.
-Auron: (Lo que hay que aguantar) Voy, voy.
-Jecht: Hey, ¿No se mueve mucho? ¡Sostenla bien!
-Auron: Las cosas que hay que hacer. Grabemos otra vez. Ahora ya sí, ¿Eh? ¿Qué estás mirando Braska?
-Braska: Nada, solo pensaba.
-Jecht: ¡Eh, Auron! Esto es importante ¿Sabes? Vas a arruinarlo todo.

''Entonces cayó un rayo cerca de mí de nuevo tumbándome al suelo de la impresión''.

-Braska: ¿Estás bien?
-Auron: Ha quedado registrado para la posteridad.
-Jecht: Vale, vale, culpa mía por alejarme de la torre.

Ese momento fue la primera vez que vi a Auron gastar una broma y reírse de verdad, eso sí que fue para la posteridad.

-Jecht: Vale, vale... muy gracioso, podría haber muerto ¿Sabes?
-Auron: Bicho malo nunca muere.
-Jecht: ¿Cómo? Repite eso.
-Braska: Basta los dos, no os peleéis, admitid que ha sido divertido.
-Jecht: ¿Tú también Braska?
-Braska: ''Se ríe como Auron'' reír es muy importante también, venga, continuemos avanzando.
-Jecht: Vale, vale... ¿Y bien? ¿A dónde nos dirigimos?
-Braska: Por este camino, llegaremos a Guadosalam, el poblado de los guado.
-Jecht: ¿Gua, qué?
-Auron: Guado, la raza que viste en el templo.
-Jecht: ¡Ah, los guado! Guay.
-Braska: Allí haremos una parada por el Etéreo.
-Jecht: ¿Ete... qué?
-Braska: Etéreo, ya lo verás cuando lleguemos, seguro que te resulta apasionante.


 

CAPÍTULO 4

Guadosalam y la entrada al Etéreo

Después de una pesada caminata, esquivando rayos y matando a monstruos, por fin salimos de aquella llanura, era muy extensa. Cuando salimos, llegamos a un poblado, el de Guadosalam y tal y como Braska dijo, solo existían los Guado allí. He de reconocer que eran bastante hospitalarios.

-Jecht: Vaya, eh Braska, ¿Qué es este edificio? Es muy diferente al de los demás.
-Braska: Es la casa de Jyscal.

De repente, sale de la casa, un guado muy joven, que podría tener unos 18 años. Este salió corriendo y al tropezar, chocó conmigo y cayó al suelo.

-Joven guado: Vaya, lo siento.
-Braska: ¿Estás bien, chico?
-Jecht: ¡Eh, chico, mira por dónde vas cuando corras! Podrías hacerte daño ¿Sabes?
-Joven guado: Lo siento, no le he visto, soy Seymour Guado, hijo del venerable Jyscal guado, siento haber tropezado, pero iba con prisa para coger el Shupaf que sale en 20 minutos.
-Jecht: ¿Shu... qué?
-Braska: Shupaf, es un medio de transporte empleado para atravesar el río de la Luna. Sentimos habernos puesto en medio. Corre, no lo vayas a perder.
-Seymour: Gracias señor.
-Jecht: Bueno, ¿Y cuándo vamos a ir al Estéreo ese? Tengo ganas de verlo.
-Auron: Etéreo.
-Jecht: Sí, sí, eso.

En cuánto nos despedimos del chico, subimos por una pequeña colina con un puente y entramos en una sala que a decir verdad, era muy extraña, llena de lucilos y con una gran esfera negra y muy tenebrosa en cierto modo.

-Jecht: ¡Buah! ¿Qué es esto?
-Braska: Este es un lugar sagrado de Yevon en dónde las almas de los que mueren, descansan en paz después de ser enviados.
-Jecht: Entiendo... espera, ¿Qué? ¿Vamos a entrar a una sala llena de muertos?
-Auron: Cuidado, no te vayan a comer y llevarte con ellos.
-Braska: ''Se ríe de forma burlona''. No te preocupes Jecht, solo son las almas y recuerdos, no te pasará nada.

Entramos en aquella sala, la cual, para ello, debíamos entrar en una gran bola esférica, la verdad es que era bastante impresionante ver cómo cambiaba el paisaje de un lugar a otro. Al entrar, acabamos como en un pequeño continente o roca plana enorme, con un paisaje muy frondoso rodeándonos y miles o, podría decir, millones de lucilos volando por los alrededores. Cuando entramos, Auron se fue por un lado y Braska y yo por otro, creo que esta fue la primera y única vez que vi a Braska llorar durante todo el peregrinaje.

-Jecht: Hey Braska, ¿Qué ves? ¡Por la madre que...! ¿Quién es?
-Braska: Mi esposa Atenia.
-Jecht: Aah, es cierto... siento todo lo pasado.
-Braska: No pasa nada, estas cosas pasan ''Dijo Braska con lágrimas en los ojos, aunque tratando de ocultarlas''. Siento que tengas que verme así, pero tenía que venir y verla. Atenia, te presento a mis guardianes, Jecht y Auron. Prometo que te vengaremos lo más pronto posible e iré a unirme contigo.

Entonces, no sé la razón, pero empecé a pensar en ti y en tu madre, y entonces pasó algo que nunca pensé que vería.

-Jecht: ¿Eh?
-Braska: ¿Qué ocurre?
-Jecht: No puede ser... no puede ser cierto.
-Braska: ¿Quién es?
-Jecht: Es... Thiara... ¿Cómo es posible?
-Braska: ¿Thiara, tu esposa? No sabía que había muerto.
-Jecht: ¡Y no lo está! O no lo estaba al menos...
-Braska: Lo siento...
-Jecht: No... ¡No es posible! No puede estar aquí, esto no puede ser real.
-Braska: No sabía que esto fuera a pasar...
-Jecht: Pero... no lo entiendo... ¿Thiara... muerta?

En ese entonces no lo pude comprender, o sí lo comprendía y sabía que era cierto, de lo contrario ella no aparecería aquí. Simplemente no quería aceptarlo. Me derrumbé y empecé a llorar como un crío, fue el momento más humillante de mi vida. Después de ello salí de la esfera y esperé a Braska y a Auron a que salieran, me tomó casi dos horas volver otra vez en sí y aceptarlo... Thiara... ¿Muerta...? No podía pensar en otra que cosa más que fuera culpa mía. 

    Algo malo le pasó y no pude estar allí para evitarlo... también pensé en ti, ¿Qué podría hacer un pequeño chico llorón solo?

-Braska: Jecht, esto...
-Jecht: Venga vamos, ya he hecho demasiado charco con el llanto, ¿No crees? Ahora mismo tampoco puedo hacerle gran cosa ¿Cierto? Lo único que puedo hacer es buscar la manera cuánto antes de volver.
-Auron: Bien dicho. Te ayudaremos en lo que podamos.
-Jecht: ¿Cómo? Auron... ¿He oído bien?
-Auron: No me hagas repetirlo.
-Jecht: ¡Vamos, mójate! Sé que en el fondo, me quieres.
-Auron: Olvídalo, vámonos y no perdamos más el tiempo.
-Jecht: ¡A sus órdenes! Y bueno... ¿A dónde nos dirigimos exactamente?
-Braska: Pasaremos por el río de la Luna para ir al camino de Djose y visitar el templo.
-Jecht: Muy bien. ¡En marcha!


 

CAPÍTULO 5

¿Los Albhed impiden el paso?

Salimos del Etéreo y la verdad es que me costó superarlo... No esperaba llevarme dicha sorpresa de aquella forma, pero me sorprendió no ver que tú estuvieras allí, ya que si tu madre pereció, sería porque algo pasaría... aunque me alegró saber que tú estabas bien, o vivo al menos. De cualquier forma nos dirigimos al río de la Luna tras salir de Guadosalam.

-Auron: Jecht, ¿Estás bien?
-Jecht: Sí claro... por supuesto, esto se me pasará enseguida, no te preocupes... ahora tenemos algo más importante que hacer...
-Braska: Gracias amigo, sé que es un momento muy difícil para ti.
-Jecht: Déjalo estar.

De repente apareció un hombre con gafas muy extrañas y con cara no muy distinta.

 
-Voz desconocida: Cdub drana! [¡Alto dónde estáis].
-Jecht: ¿Eh? No te entiendo colega.
-Voz desconocida: ¿Yna oui tayv? [¿Estás sordo?].
-Jecht: Lo siento, pero no entiendo ni jota.
-Braska: Es Albhed, es normal que no lo entiendas. ¿Fryd ec fnuhk? [¿Qué ocurre?].
-Albhed: ¿Yna oui Pnycgy, dra cissuhan? [¿Eres Braska, el invocador?] E ys cunno, pid oui lyhhud bycc vnus rana. [Lo siento, pero no podéis pasar de aquí].
-Braska: Dicen que no podemos pasar.
-Jecht: ¿Cómo? Oye tú, cara de sardinas, ¿Por qué no podemos, eh?
-Braska: Jecht, tranquilo. ¿Fro fa lyhhud bycc? [¿Por qué no podemos pasar?].
-Albhed: Fa sicd cdub dra banaknehyka [Debemos parar los peregrinajes], ev fa sicd vekrd, fa femm [Si debemos luchar, lucharemos].
-Braska: Entiendo, ¿Frana ec Let? mad sa cbayg fedr res [¿Dónde está Cid? Déjame hablar con él].
-Albhed: Uv luinca oui femm, ¡Ica ed! [Por supuesto que lo harás, ¡Usadlo!].

Entonces, sus compañeros Albhed lanzaron unas bombas de humo, que tras respirarlo, nos dejó completamente dormidos no sé por cuánto tiempo. Tras despertarnos, lo hicimos en una celda, ¿Por qué desde que llegué siempre acabo en una?

-Jecht: ¡Eh! ¡Sacadme de aquí, lunáticos!
-Albhed: ¿Fryd yna oui tuehk, vuumecr? [¿Que estás haciendo, loco?].
-Jecht: ¿Eh? Sigo sin entenderos, ¿No sabéis hablar mi idioma o qué? (Bueno, tendré que sentarme y esperar a ver qué ocurre). ¿Dónde estarán Auron y braska?
-Auron: Aquí estoy, justo al lado.
-Jecht: ¡Auron! No sabía que estabas tan cerca.
-Auron: Eso es porque no soy tan ruidoso como tú. Braska ahora mismo estará hablando con el jefe de los Albhed, al fin y al cabo es miembro de la familia. Se casó con la hermana del jefe ni más ni menos.
-Jecht: ¿En serio? Nunca me dijo eso.

Después de unas largas horas de aburrimiento dentro de la celda y aguantar a los Albhed hablando entre ellos mientras se reían en ese idioma tan raro que tienen, apareció Braska con un hombre calvo.

-Hombre calvo: ¡Hey! ¿Cómo están esos prisioneros? Soy Cid, el jefe de los Albhed.
-Jecht: ¡Hombre! Por fin uno que habla mi idioma, dime qué rayos hacemos aquí.
-Cid: Lo siento, pero no puedo consentir que continuéis con vuestro peregrinaje.
-Jecht: ¿Y tú quién eres para decidirlo, eh? Nosotros solo queremos derrotar a Sinh para que todos viváis felices, ¿no es lo que queréis?
-Cid: Pero a qué precio... No puedo dejar que se sigan sacrificando vidas por derrotar a un ser que, después de unos meses, volverá otra vez a sembrar el caos, nosotros lo pararemos.
-Auron: ¿Cómo, a base de máquinas? Esas armas no funcionan, es más, son lo que lo trajeron aquí.
-Cid: ''Se ríe a todo pulmón''. Chico, esa ha sido buena. No quiero destruir tus creencias sobre Yevon, pero no veo ninguna relación entre el empleo de las máquinas y Sinh.
-Jecht: ¿Y qué más dará que vuelva? Lo derrotamos otra vez y punto, no es tan complicado, pero para ello debemos terminar nuestro viaje, ¡Sácanos de aquí!
-Cid: ¿No lo sabes? El invocador que derrota a Sinh, es cierto que coge fama y nos salva a todos durante un período de tiempo, pero el invocador perece también junto a Sinh ¿No lo sabías? ¿De dónde ha salido este tío?

Yo no tenía ni idea, ¿Al derrotar a Sinh, el invocador también muere? En ese momento me sentí como el peor hombre del mundo, ¿Estaba acompañando al hombre que me rescató y me acompaña por este mundo a la misma muerte?

-Cid: Por lo tanto, debéis entender que no puedo permitiros seguir viajando, y menos aún a Braska, mi cuñado, muy querido por mi hermana, de mi familia.
-Braska: Intenté que entrara en razón pero no hubo manera. Le he dicho que renunciaré al peregrinaje.
-Auron: ¿Cómo? ¿Y ese cambio?
-Braska: Si no renunciaba iba a mandar a ejecutaros. Me extraerán al eón que obtuve en Macalania, pero le dije que primero quería que os liberara.
-Jecht: ¿Cómo? Sois de lo peor. Aunque así... (Igual Braska no moriría... igual sería lo mejor).
-Cid: Así que está decidido. Oui lyh ubah dra tuun huf [Podéis abrirles las puertas].

Después de que nos abrieran las puertas, Auron y yo nos miramos fijamente sabiendo lo que pensaba el otro. Entonces arremetimos contra todos los guardias Albhed que allí se encontraban, golpeamos a Cid y cogimos a Braska para sacarlo de aquel lugar. Empezamos a correr como si no hubiera un mañana. Es cierto que no quería que Braska muriera pero...

-Braska: ¿Pero qué hacéis?
-Jecht: No me vengas con ¿Qué hacemos?, si no derrotas a Sin, ¿Quién va a hacerlo, eh? Además, tienes tus razones para querer derrotarlo, debes vengar a tu mujer y darle una vida sana a Yuna. ¡Ya averiguaremos alguna manera de que no mueras!
-Auron: Sabíamos a lo que íbamos y cómo acabaría antes de empezar el viaje, así que no podemos echarnos atrás.
-Albheds: ¡Lydlr dras! ¡Pmulg ymm dra fyoc! [¡Cogedles! ¡Bloquead todos los caminos!].

Corrimos todo lo rápido que pudimos y al final conseguimos salir. Nos encontrábamos en una isla, en la cual, todo lo que se veía era océano y arena.

-Auron: Genial, ¿Y ahora qué hacemos?
-Jecht: ¿Y a mí que me cuentas? ¡Tú eras la cabeza pensante!

Entonces, un bicho monstruoso apareció en el cielo, tenía como dos aletas; era enorme y se le podía apreciar una cabeza puntiaguda. Exacto, se trataba de Sinh, era la primera vez que lo veía, tras su aparición empezó a crear una gran bola oscura y parecía que estaba decidido a dispararla contra la base.

-Braska: ¡Corred, ahora!

Corrimos como alma lleva al diablo, chico, como nunca antes habíamos corrido, pero Sinh disparó aquella gran bola y desintegró completamente la base y nosotros caímos al mar, fuimos tragados por él.


 

CAPÍTULO 6

Accidente en el Río de la Luna

Fuimos arrastrados por el mar y cuando adquirí conciencia, nos despertamos en una especie de elefante gigante que iba transportando a más personas por el mar.

-Braska: Al fin despiertas.
-Jecht: ¿Dónde estamos?
-Braska: Subidos en un Shupaf.
-Jecht: Espera, ¿Esto es un Shupaf? ''Hice el amago de vomitar, pero no lo consiguí''. Vaya, demasiadas cosas raras últimamente, necesito un trago... ¿Cómo hemos llegado aquí?
-Conductor del Shupaf: El Shupaf os vio flotando y os ha recogido.
-Jecht: ¿Eh? ¿Qué es este bicho?
-Braska: Es un hypello, muchos de ellos viven en el río de la Luna.
-Jecht: Aaah, un hypello, claro, tiene sentido.
-Auron: ¿Qué sentido puede tener si nunca viste alguno?
-Jecht: Creo que ya nada puede sorprenderme, espera... ¿Río de la Luna? ¿Vamos al río de la Luna?

Hacia allí nos dirigíamos originariamente, el destino es muy sabio chico y algo nos estaba diciendo que debíamos realizar nuestro cometido. Tras unos minutos navegando, llegamos a un puerto y bajamos del Shupaf. 

Yo necesitaba urgentemente alcohol para encajar todo esto, Sinh; ser metido en una celda otra vez; un elefante gigante; la muerte de tu madre; un... ¡Hypello! En serio, ¡Eran unos animales con cuerpo humano pero con forma de rana! La última vez que bebí así fue cuando gané el último campeonato de Blitz, soy un borracho pero tengo mi autocontrol. Ese día... se me fue un poco la mano.

-Jecht: ¡Ey, dame otra! ¡Auron, ven aquí a beber conmigo, hombre!
-Auron: Braska, deberíamos llevarnos a Jecht de aquí ya antes de que nos monte una escena.
-Braska: Déjalo que se desahogue, acaba de enterarse de que murió su mujer y ha visto a Sinh por primera vez. Debe de ser un fuerte golpe, dejémosle disfrutar como pueda.
-Auron: Pero si sigue así...
-Jecht: ¡Hey, chicos! ¡Yo soy un jugador de Blitz profesional! ¡El as de los Zanarkand Abes! ¿Por qué me miráis con esa cara tan rara? ¡Soy una estrella!
-Auron: Vaya, ya empieza a desvariar, Jecht, no te miran raro, vámonos. ''Me cogió del brazo y me arrastra consigo''.

Sí, tu padre empezó a montar todo un espectáculo delante de todo el mundo, de verdad, a partir de ese día dejé de beber.

-Jecht: Suéltame Auron, te quiero mucho amigo, pero eres un aguafiestas. ¡Fijaos bien! Este es un chut especial que yo mismo he inventado, mira niño, préstame la pelota un momento, que vas a ver algo nunca visto. ¡Este es el chut de Jecht nº 2!
-Braska: ¿Y el nº 1?
-Jecht: Si te lo dijera perdería la gracia.

Entonces, realicé mi súper chut especial, sin embargo, confundí los ojos del Chupaf con una portería. Tras acertarle y dañarle el ojo al Shupaf, todos empezaron a mirarme fijamente, yo pensé en aquel momento que era de admiración pero... creo que era más bien todo lo contrario. Tras ello, el Shupaf empezó a gritar y yo lo confundí con un monstruo.

-Jecht: ¿Qué te ocurre, eh, bicho? Cuidado Braska y todos, ¡Apartaos!

Cogí una espada que me encontré y me abalancé hacia el Shupaf haciéndole un gran corte en la pata trasera derecha, tras ello caí redondo dormido en el suelo como un crío de 18 años. Braska y Auron tuvieron que pagar una indemnización por las heridas provocadas al Shupaf. Al día siguiente, yo estaba relativamente avergonzado, Auron me echó un sermón de los suyos y Braska... bueno, Braska era un cacho de pan, de eso no había duda. Nos paramos los tres cerca de un río muy bonito de ver.

-Auron: (¿Jecht avergonzado de algo? Esto tengo que grabarlo) ¡Hey, Jecht!
-Jecht: ¿Por qué diablos me filmas, eh?
-Auron: Para que no cometas otra estupidez. No puedo creer que atacaras al Shupaf. Braska tuvo que indemnizar al conductor.
-Jecht: Dije que lo sentía, no se repetirá. ¡Lo prometo!
-Auron: Ah, una promesa... que mañana habrás olvidado.
-Braska: Basta Auron, ya se disculpó. Sabe que actuó mal.
-Jecht: Decidido. ¡Desde ahora, solo beberé leche del Shupaf!
-Braska: ¿De verdad?
-Jecht: Debemos luchar contra Sinh y salvar a Spira, ¿verdad? Si sigo pifiándola y... comportándome como un idiota... mi mujer y mi chico no me lo perdonarían.
-Auron: Ha quedado registrado.
-Jecht: Sí, sí, bueno ¿Podemos partir ya? Necesito moverme un poco, aún tengo fatiga de anoche.
-Braska: ''Mediante risas''. Sí venga, a ver si así se te pasa.

Continuamos con nuestra aventura, pero antes, nos dirigimos a una tienda que vendía armas y nos compramos unas armas para Auron y para mí, la que teníamos se quedó en la base de aquellos dichosos y malditos Albhed. Tras comprarlas salimos del río de la luna pasando por un amplio camino y al final del camino me percaté de que habíamos llegado al camino de Djose, el lugar en el que obtendríamos al siguiente Eón.


 

 

CAPÍTULO 7

EL TEMPLO DE LOS RAYOS

Tras salir del camino del Río de la Luna, llegamos a un camino muy rocoso llamado el camino de Djose.

-Braska: Jecht, ¿Te encuentras bien? No has dicho una palabra en todo el camino.
-Auron: Eso viniendo de un bocazas como tú, sí es de preocuparse.
-Jecht: ¡No te pases, Auron! Tampoco soy tan bocazas, simplemente no me gustan los silencios incómodos.
-Braska: Eso significa que te preocupa algo, ¿Qué ocurre?
-Jecht: Sólo pensaba en qué podríamos hacer para evitar tu problema, Braska.
-Braska: Agradezco que te preocupes por ello Jecht, pero no hay nada que hacer, es el destino de uno invocador.
-Jecht: Sí, sí... destino, destino, bla bla bla... Encontraré alguna forma, ya verás. Pensé en que igual deberíamos derrotarlo sin necesidad del Eón supremo.
-Auron: ¿Y cómo pretendes hacerlo? No podemos atravesar su gran coraza solo con unas espaditas. Esa batalla podría costarnos la vida y echar a perder todo el tiempo y el esfuerzo del peregrinaje, la idea queda descartada.
-Jecht: Hey, al menos yo pienso en algo.
-Braska: Basta de peleas, no debemos pelearnos. Debemos estar unidos. Vámonos, una vez pasemos este puente llegaremos al templo.
-Jecht: Ts... Está bien.
-Auron: Cómo digas.

¿Qué problema había en el que buscara una solución a la muerte de Braska? Sinceramente, nunca entenderé a los religiosos, chico. Igualmente no pensaba rendirme, seguí dándole vueltas al coco para descubrir la solución.

Tras pasar el puente, nos encontramos con algo francamente impresionante, era un edificio enorme parecido a un castillo y una gran cantidad de piedras oscilando alrededor de él con diversos rayos eléctricos, era una de las cosas más extrañas que he visto en mi vida. Cuando entramos en el templo, salieron 5 personas del recinto de la prueba, podrían tener unos 19 años tranquilamente, eran unos chiquillos. El que iba en el centro, llevaba una pasada en la frente y por su vestimenta, se apreciaba que no era de la alta sociedad precisamente.

-Braska: Ya me imaginaba que habría algún otro invocador.
-Jecht: ¿Ese también es invocador?
-Braska: Sí, ¿Viste los rayos que salían del templo? Eso ocurre cuando un invocador ha orado al orador.
-Jecht: Ahora entiendo.
-Invocador: Saludos, tú eres Braska ¿Verdad? He oído grandes historias de ti. Soy Luciano, procedente de puerto Kilika.
-Braska: Es un placer, Braska, ex-sacerdote de Bevelle. Estos son Jecht, jugador de Blitzball profesional y Auron, monje de Bevelle, mis guardianes.
-Luciano: Vaya, tienen cara de ser fuertes guardianes, él es Margros, ella Samantha y ellos dos son Lucas y Cloura. Nos dirigimos ahora hacia el río de la Luna. Si vais a pasar la frontera del camino de Djose he de deciros que el barco que se dedica a transportarnos no estará disponible.
-Auron: ¿Cómo habéis llegado hasta aquí entonces?
-Luciano: Cogimos un camino alternativo, en la orilla en la que atracaba el barco hay un camino oculto. Aunque tened cuidado, porque hay muchos monstruos por el camino.
-Braska: Gracias por la información, Luciano, espero que nos veamos pronto, compañero. Suerte.

Tras ello, se fueron y nosotros entramos en la sala de la prueba, la verdad es, que no sería mala idea que el tal Luciano lo consiguiera antes, así Braska se salvaría, pero tampoco solucionaría nada, supongo. Tras entrar en la sala de la prueba, tuvimos que realizar otro de los rompecabezas de los templos, en este caso, con esferas electrificadas, aunque me sorprendió porque no sentías mucho la electricidad, solo un breve cosquilleo. Tras un largo rato, llegamos a la cámara del orador.

-Jecht: Por fin llegamos, ya creía que me iba a volar la cabeza.
-Auron: ¿Demasiado pensar para ti?
-Jecht: Hey, ya vale, ¿Eh? que la idea de la última esfera fue mía.
-Braska: Bueno, voy a entrar, nos vemos dentro de un rato, ¿De acuerdo?
-Jecht: Ve tranquilo.

Tras Braska entrar, entablé una conversación con Auron, conversación que no quería tenerla con Braska.

-Jecht: Auron, ¿Puedo hacerte una pregunta?
-Auron: ¿Qué ocurre?
-Jecht: ¿Por qué te empeñas tanto en que Braska continúe con esto? ¿Eres su amigo, no?
-Auron: Sí, pero es decisión suya, y cuando se convierte en invocador, es su misión.
-Jecht: Pero cuando todo termine, todos viviremos como dioses, pero sin Braska, ¿Por qué tiene que pasar por todo eso y tras el gran esfuerzo del peregrinaje, morir?
-Auron: Entiendo tu punto de vista e inclusive la comparto, pero... Si no lo hace él, ¿Quién lo hará? ¿El tal Luciano?
-Jecht: Pues, por ejemplo.
-Auron: Entonces... ¿Estaría bien que Luciano muriera y Jecht viviera? Esa sería una actitud un tanto egoísta. Por mi parte, preferiría también que Braska no tuviera que sucumbir a su destino actual, sin embargo, Braska no podría pasar el tiempo de calma con la conciencia tranquila, sabiendo que ha dejado morir a otro invocador, ya le conoces.
-Jecht: Sí, ahí te doy un punto.
-Auron: Pues esa es la razón. Para Braska, lo más importante es eliminar el sufrimiento humano todo lo posible. Y si tiene que morir por ello, así hará y nadie ni nada podrá detenerlo. Además, creo que Braska confía en que esta sea la última vez que aparezca Sinh.

Lo dudo mucho, si siempre se hace todo de la misma forma, nunca cambiará nada, siempre volverá a surgir el mismo resultado, intenté convencer a Auron de ello, sin embargo, no valía la pena porque la respuesta sería la misma siempre.

Transcurridas 3 horas, salió Braska de la cámara y salimos del templo. Durante el camino de vuelta, nos encontramos con algún que otro monstruo, en aquel momento pensé que igual aquel invocador había exagerado un poco. Finalmente llegamos a la orilla dónde, efectivamente, no había nadie.

-Jecht: Vaya, vaya, aquel chico tenía razón, aquí no hay nadie.
-Braska: Busquemos aquel camino que dijo.
-Jecht: ¡Eh, Braska, Auron! Por aquí hay un camino, ¡Vamos! ¡He... hey!! ''Me caí''.
-Auron: ¡Jecht! ¡Braska, Jecht se ha caído!
-Braska: ¿Cómo?

Correcto, tras avisar a los demás tropecé y caí de un gran acantilado. La verdad es que no sé ni cómo sobreviví, porque al caer no veía la cima del acantilado, es la prueba de que tu padre está hecho un roble chico, aunque perdí la conciencia durante unos cuantos minutos creo... no lo tengo muy claro, de igual modo, la cosa es que al despertarme, como era evidente, no tenía ni a Braska ni a Auron a mi lado. ¿Qué podría yo hacer ahora por allí? Decidí no esperarles, así que me metí de lleno en el sendero y me dediqué a buscarles.

-Jecht: ¡Hey Braska, Auron! ¡Si estáis por ahí no tiene gracia! Aunque Auron tiene la gracia dónde un balón de Blitz pinchado... ¡Hey!

''De repente, se oye un chillido muy fuerte''.

-Jecht: ¿Qué rayos? Esto no me gusta, bueno, seguiré buscando, no puedo haber ido tan lejos.

Como de la nada, apareció un gran jabalí gigante. En el mejor momento, estando yo reventando a heridas.

-Jecht: ''Empecé a hablar flaqueando de miedo''. Oye, mira bicho, no tengo tiempo para tus tonterías, vete y prometo no hacerte nada, ¿Trato hecho? Amigo (Como le dé por querer comerme vamos bien).
-Jabalí gigante: ''Vuelve a chillar otra vez y corre hacia Jecht''.
-Jecht: ¡Ay madre, hasta luego, nuevo amigo!

Y empecé a correr como nunca por no ser embestido y/o devorado por un jabalí gigante, sin embargo mis heridas por la caída no me permitían correr muy rápido. Entonces milagrosamente, y espero que hayas heredado la suerte de tu padre, unos tipos muy raros empezaron a disparar a aquel bicho hasta derrotarlo y matarlo. No sé quiénes eran, pero en las condiciones en las que estaba, les debo la vida.


 

 

CAPÍTULO 8

La legión y el gran camino de Miihen

Tras matar a aquel jabalí gigante y ser salvado aquellas personas, fui llevado hasta su base. Había personas de todas partes del mundo y cada una, con sus facetas, pero no parecían malos chicos.

-Jecht: Gracias por la ayuda, casi creía que no lo contaba.
-Soldado: Solo hicimos lo que debíamos hacer, nuestro deber es ayudar a la población de Spira.
-Jecht: ¿Quiénes sois?
-Soldado: Somos la Legión, soldados entrenados para enfrentarse a Sinh y proteger a la población. Aquel monstruo, era uno de los brotes que desprende Sinh. Debíamos eliminarlo si no queríamos tener a Sinh aquí.
-Jecht: Aah, un brote de Sinh ¿Eh? (Creo que aún no me había enfrentado a ninguno...) Aunque no tenía forma de planta para ser un brote, eso era un gran jabalí.
-Soldado: ¿No sabes lo que son? No es necesario que tengan forma de planta y no era un jabalí precisamente, aunque es cierto que tenía su parecido.
-Jecht: Bueno, debería hacer algo para devolveros el favor, ¿Qué puedo hacer por vosotros?

La Legión era un grupo muy leal por lo que entendí y también pensé, que el hecho de que se enfrenten a Sinh, podría ser algún plan que podría tener en cuenta para salvar a Braska. Tras hablar un poco con aquel soldado, apareció un hombre uniformado con placas y un pelo muy raro, imagino que sería el capitán.

-Capitán: ¿Usted es el hombre que fue perseguido por el brote de Sinh?
-Jecht: El mismo... ¿No seré recordado por ello, no?
-Capitán: No creo, soy Nooj el líder de la Legion y encargado de esta zona.
-Jecht: Está bien, yo soy Jecht y mándame algún trabajo que pueda hacer, tengo que devolveros el favor de salvarme.
-Nooj: Ya veo... Estamos en la búsqueda del monstruo Burosuchi, se dice que se ha alojado por aquí por el camino.
-Jecht: Entiendo... Voy a buscarlo, lo encontraré y acabaré con él.
-Nooj: Está bien, mis soldados te acompañarán.
-Jecht: No hace falta, ya me he recuperado bastante, más gente solo me estorbarán... si vas de cacería debes atacar por sorpresa.
-Nooj: Está bien, igualmente aquí tienes estos comunicadores, avísanos de cualquier cosa.
-Jecht: Hecho, bueno, ¿Qué forma tiene ese monstruo?
-Nooj: Es un gusano gigante, será solo un gusano pero es muy venenoso, una sola gota de su ácido y estarás muerto, ¿Estás seguro?
-Jecht: ¡Hecho! Me he enfrentado a monstruos peores, y ahora que ya estoy recuperado. Es hora de trabajar.

Me despedí de Nooj y empecé el camino en búsqueda de aquel monstruo gusano. ¿Qué hacía un gusano gigante aquí? Sea como sea, también esperaba que, igual con suerte, encontrara a Braska y a Auron por aquí mientras buscaba a ese bicho. Tras un tiempo buscando, me pareció oír a unos hombres gritando, salí corriendo hacia dónde estaban y me los encontré enfrentándose a un gusano gigante, debía de ser el Burosuchi. Me escondí por detrás y ataqué al gusano haciéndole un gran tajo en medio del lomo, si se podía llamar lomo, sin embargo, no pareció inmutarse y me arrojó contra unos árboles, los cuáles, me pararon el vuelo.

-Jecht: ¡Maldito bicho!
-Voz a lo lejos: ¡Bahamut, megafulgor!
-Jecht: ¿Esa voz es de...?

De repente, un gran rayo como un láser gigante atravesó a la criatura casi desintegrándola. Después del ataque, apareció una criatura gigante bípeda pero parecida a un dragón. Nunca vi una criatura así.

-Jecht: ¿Qué eres tú? ¡Prepárate que voy a por ti!
-Braska: ¡Jecht! ¿Estás bien?
-Jecht: ¿Esa voz es la de...? ¡Braska! ¡Al fin os encuentro!
-Braska: ¿Qué te ha pasado? Oímos gritos mientras te buscábamos y venimos a ayudar, me alegro de encontrarte por fin.
-Auron: Tú cómo siempre metiéndote en líos ¿Eh?
-Jecht: Estaba todo bajo control.
-Braska: ¿Estás bien? Voy a curarte, no te muevas ¿Vale?
-Jecht: Gracias Braska, por cierto, ¿Qué es ese monstruo?
-Braska: No es un monstruo, es un Eón. Ahora que lo pienso, nunca lo invoqué delante de ti.
-Jecht: Impresionante... por cierto, tengo que ir a un sitio antes de continuar con el viaje. Debo ir a comunicar que derrotamos a ese gusano asqueroso al capitán de la Legión.
-Auron: Está bien, vamos a hablar con él.

Nos dirigimos hacia el cuartel general y hablamos con Nooj. Tras comunicarle que acabamos con él, Nooj nos agradeció mucho por el trabajo, sin embargo, querían una parte del monstruo, por lo tanto, le indicamos dónde estaban los restos. Por nuestra hazaña, nos entregó una espada que parecía bastante buena y perfecta para mí, la verdad es que la espada que compramos en el río de la Luna era una espada bastante barata... la indemnización por el Shupaf fue bastante gorda.

Tras hablar con Nooj, nos fuimos por fin del camino, estaba ya aburrido de tantas rocas y fungos a la vista. 

Cuando salimos de allí, llegamos a un cambio completo de paisaje, pasamos de un camino de rocas a un sendero muy verde y cómodo de caminar.

-Jecht: Vaya cambio de ambiente, estaba deseando salir de allí.
-Auron: Este es el camino de Miihen, desde aquí, llegaremos a Luca.
-Braska: Y desde allí por fin podremos coger un ferri que nos llevará hasta Kilika y luego a Besaid. Además, allí en Luca te espera una gran sorpresa que te encantará.
-Jecht: ¿En serio? ¿Qué?
-Braska: En Luca es dónde se realizan los partidos de Blitz de toda Spira, todos los equipos del mundo se reúnen allí.
-Jecht: ¿En serio? ¿A qué esperamos? ¡Vamos!
-Braska: ''Riéndose como pocas veces le he visto''. Vaya, vaya... sabía que eso te animaría.
-Jecht: ¡Hace mucho que no juego al Blitzball! ¿Podremos ver algún partidito, no?

Aparece de repente una chica corriendo y gritando con un tono un poco de desesperación.

-Chica: ¡Socorro! ¡Mis pobres chocobos!
-Braska: ¿Qué ocurre?
-Auron: Perdona, ¿Qué ocurre?
-Chica: ¡Un monstruo, está persiguiendo a mis chocobos para comérselos!
-Braska: Ya veo...
-Jecht: ¡Hey, ven aquí monstruo y lucha, te voy a destrozar!
-Auron: Jecht, es una pérdida de tiempo.

La chica se fue corriendo pidiendo más ayuda. Lo que debíamos hacer estaba claro ¿No te parece? Seguimos caminando y nos paramos enfrente de una tienda Albhed, según Braska.

-Braska: Un gran monstruo que ataca a los chocobos...
-Jecht: ¿A qué espera? ¡Hey, ven aquí y lucha!
-Auron: Ya te he dicho que es una pérdida de tiempo.
-Jecht: ¡Venga, hombre! ¡Es lo que se debe hacer! Además, es buen entrenamiento.
-Auron: ''Se ríe de mi comentario''. Vale.
-Braska: Bueno, pues...

''De repente, se escucha el grito de un monstruo que aparenta ser bastante grande''.

-Jecht: ¡Ahí está! ¡Auron, a por él!
-Auron: ¡De acuerdo!

Nos enfrentamos a ese bicho, tenía dos brazos enormes que de un manotazo podría volar unas cuántas cabezas y a mi espada le costaba rascar su piel, sin embargo la katana de Auron si era bastante efectiva con él. Yo me limité a dañar las manos, en las cuales, tenía a un Chocobo en cada una ¡De verdad se come a los Chocobos enteros y vivos! Braska invocó a Bahamut también y a Shiva su segundo Eón que obtuvo en macalania. Sin embargo, sin querer recibimos uno de los manotazos de aquel monstruo y nos tiró de un barranco, a partir del cual, acabamos en el fondo del camino de Miihen. Debido a ello, tuvimos que volver de nuevo todo el camino.

-Jecht: Increíble...
-Auron: ¿Decepcionado? Ya te dije que era una pérdida de tiempo, ahora tenemos que volver a recorrer todo el camino.
-Jecht: ¡Busquémosle de nuevo! Esto no se acaba aquí.
-Auron: No es buena idea, ¿Tú qué opinas Braska?
-Braska: Tampoco podemos perder tanto tiempo... No podemos estar aquí todo el día buscando aquel monstruo... recemos por no encontrárnoslo por el camino.
-Jecht: Bah, está bien, haremos eso. Pero como vuelva a encontrármelo...

Pero nunca más volvimos a encontrarnos a ese monstruo. Solo pasamos el largo camino y llegamos hasta el otro extremo en el cual entramos en Luca. Llegué de mal humor por culpa de aquel monstruo come Chocobos, sin embargo, ¡Todo se me pasó en cuanto entré en aquel nuevo mundo!


 

 

CAPÍTULO 9

Luca, la ciudad del Blitzball

Al fin llegamos a Luca, no estaba mal, de todas las zonas que visitamos, Luca era la que más se parecía a una ciudad y estaba muy bien protegida. Cuando llegamos, vimos el estadio y era casi igual a la de Zanarkand. Eso me trajo gratos recuerdos.

-Braska: ¿Estás bien? ¿Por qué estás llorando?
-Jecht: No estoy llorando, solo es que... me trae muchos recuerdos.
-Braska: Háblame de esa Zanarkand tuya.
-Jecht: Bueno... ¿Por dónde empezar? El estadio es mucho más grande que este, aunque se parece bastante. Y los edificios son gigantescos en comparación, sin embargo, Luca es lo que más se le parece, ¡Todos los demás sitios dónde hemos estado no son más que pueblos!
-Braska: Es posible, debe de ser emocionante vivir allí. Tengo una idea, ¿Qué tal si vemos el próximo partido? Hay uno en una hora.
-Jecht: ¿En serio?
-Auron: Braska, ¿En serio vamos a perder 3 horas casi para ver un partido?
-Braska: ¿Cuál es el problema? A Jecht le hará ilusión y nosotros podemos relajarnos y entretenernos un poco.
-Jecht: ¡Sí, Auron, disfruta un poco! La vida no es solo trabajo ¿Sabes?
-Auron: ''Suspiro''. Cómo queráis, habéis ganado.
-Jecht: ¡Ooh, sii!

El partido más próximo a nuestra llegada era entre los Besaid Aurochs y los Kilika Beast, tenía bastante curiosidad por ver como jugaban en esta época.

La hora pasó y nos dirigimos al estadio. Tras empezar la preparación del partido, empezó a llenarse la gran esfera, ello me generó una gran nostalgia y me acordé mucho de ti y de los esfuerzos que haces para mejorar, así que se me ocurrió una gran idea.

-Jecht: Auron, ¿Te importaría filmar el partido?
-Auron: Está bien.
-Locutor: ¡Y empieza el primer partido de la temporada! ¡Los eternos perdedores, los Besaid Aurochs VS los Kilika Beast, la futura promesa!
-Jecht: Hey Braska, ¿Te consideras un aficionado del Blitz?
-Braska: No mucho, intenté jugarlo de niño pero nunca tuve suerte con estas cosas.
-Jecht: ¡El Blitz no es suerte!

El partido empezó bastante bien y los Aurochs marcaron el primer tanto, sin embargo... En cuanto llegó la segunda parte empezaron a recibir un gol tras otro.

-Jecht: ¡Eh, a él no! ¡Pásaselo al centrocampista! ¿No veías que estaba cubierto? ¡Jugad bien, Aurochs!
-Braska: Siempre suele ser igual.
-Jecht: ''Emite un sonido de inconformismo''. Si no tuviéramos prisa les daría un fuerte entrenamiento a esos jugadores.

El partido terminó, y terminó 4-2 para los Kilika Beast. Que desastre de partido, necesitaban una buena regañina. Al final, conseguí convencer a los demás para ver todos los partidos que había en la mañana, el último fueron los Luca Goers vs los Guado Glories... No sabía que los guado jugaran al Blitz también, pero ese sí que fue un partido de verdad, esos Luca Goers eran duros, aunque yo les habría ganado sin pestañear, le pedí a Auron que lo filmara también. Tras ver el partido, nos dirigimos hacia el puerto.

-Jecht: Auron, ¿Has filmado el último partido?
-Auron: Sí. Pero no sé para qué lo querías. ¿No decías que en tu Zanarkand hay Blitzball?
-Jecht: No entiendes de deporte, ¿Eh?
-Auron: ¿Es para mejorar tú técnica?
-Jecht: Mi técnica es impecable, soy ''el gran Jecht''. Es para mi hijo.
-Braska: ¿También juega al blitzball?
-Jecht: Sí, y se muere por ser mejor que su padre. Le dije que era imposible, y no me habló en una semana. ¿En qué andará? Espero que haya crecido y que esté bien fuerte. ¡Hey, Auron, deja de filmar!
-Auron: Creía que te gustaba que filmara ''Se burla de mí un poco''.
-Jecht: Cómo se nota que no tienes hijos, hay cosas que es mejor que ellos no oigan.
-Auron: Vale, vale, captado.
-Jecht: Bueno, vámonos ¿No?
-Braska: Sí, el barco está por zarpar.

Entonces, nos montamos en el barco que nos llevaría rumbo a Kilika, en dónde tendríamos que hacer una pequeña parada por aquel templo.


 

 

CAPÍTULO 10

Visita al pueblo de Kilika

Tras entrar en el barco, me acerqué a la proa para sentir el mar y el aire libre. En aquel momento, empezaba a sentirme un poco nostálgico, parecía que fuera ayer cuando aún estaba chutando balones en Zanarkand y que estaba compartiendo interesantes conversaciones con tu madre mientras te pinchaba, chico. Echo de menos hacerte enfadar, pero no como tú pensarás.

Tras un tiempo, aprecié que los Kilika Beast y los Besaid Aurochs se habían montado también, por lo que me tomé las molestias e iniciativa de acercarme a saludar.

-Jecht: Hey, ¿Los Besaid Aurochs, verdad?
-Capitán: Sí, ¿Quién eres? 
-Jecht: Soy Jecht, jugador de Blitz profesional, vi vuestro partido allí en Luca.
-Capitán: ¿De verdad? Soy Variom, capitán de los besaid Aurochs.
-Jecht: Sí, bueno, el tema es, que me dolieron los ojos viéndoos jugar... Necesitáis cambiar de estrategia. No sois malos jugadores, pero... debéis pensar mejor en cómo distribuiros al momento de realizar una jugada. Jugáis a lo loco.
-Variom: ¿Usted cree? Tratamos de pulir nuestras habilidades y pensamos en ciertas estrategias, pero luego nos cuesta un poco llevarlas a cabo. Poco a poco iremos mejorándolas sin falta.
-Jecht: Está bien, sobre todo repasad bien lo básico y perfeccionarlo, los cimientos es lo más principal de todo, necesitáis unos cimientos firmes y duros como el acero.
-Variom: Gracias, señor Jecht. Realmente, puedo ver que conoces bien los fundamentos del Blitz.
-Jecht: ¿Qué esperabas? Solo mírame la cara, mi propia cara dice que soy el mejor.
-Variom: Sí, bueno... Tienes razón, no pareces principiante. ¡Bueno chicos, que estemos en el barco no significa que no entrenemos! Vamos afuera.

Tras irse Variom, salí afuera junto a Braska y Auron, se encontraban en la popa. Braska parecía como inquieto, preocupado... 

-Jecht: ¡Eh, Braska! Alegra esa cara hombre, va todo viento en popa.
-Braska: Supongo que tienes razón.
-Jecht: Supongo que tienes razón, supongo que tienes razón... ¡Siempre dices lo mismo! Ábrete, hombre.
-Braska: No es algo fácil... 
-Jecht: No pasa nada, todo tiene solución.
-Braska: ''Sonríe, aunque con un poco de tristeza''. Gracias Jecht. Jecht, Auron, voy a acostarme, llevo días que no duermo bien.
-Auron: Bien. Jecht, ¿Tienes alguna idea de cómo realizar tal hazaña?
-Jecht: Pues aún no se me ha ocurrido nada. ¿Por qué muere el invocador al destruir a Sinh? ¿Muere simplemente o... ¿Desaparece?
-Auron: No sé, nadie lo sabe, ni siquiera los mayores discípulos de Yevon lo saben, aunque tampoco han pensado mucho en ello, simplemente ocurre.
-Jecht: Entiendo... según veo, ese es el primer punto que debemos de intentar de tratar...

Era  sólo una teoría... No creía que simplemente murieran después de derrotar a Sinh, de forma normal... no le veía mucho sentido. Si descubríamos qué les ocurría, podríamos intentar evitar aquello que lo provocaba... pero era una situación compleja. Tras hablar un poco más con Auron, nos fuimos a descansar aunque sea un par de horas. Tras nuestro descanso, llegamos a Kilika, un puerto bastante acogedor, la verdad. 

Tras llegar, nos dirigimos directamente al templo pasando antes por un inmenso bosque. Subimos unas terribles escaleras y llegamos por fin al templo. Los jugadores de Blitz, que estaban en el barco, fueron a rezar al templo, aunque con lo mal que jugaban no sé si eso les fuera a ayudar para el próximo partido.

Luego de entrar en el templo, nos dispusimos a realizar la prueba, la verdad, en comparación con las pruebas anteriores, esta, era pan comido, podría haberla resuelto yo solo con los ojos cerrados. Esperamos un poco a que Braska saliera, cada vez tardaba menos, imagino que será por el entrenamiento que todo el viaje conlleva. Después de su regreso, por fin, pudimos ponernos en camino hacia la isla Besaid. Tras llegar allí, ya estaríamos más cerca del final del peregrinaje... No sé si alegrarme de ello...


 

 

CAPÍTULO 11

Bienvenidos a la Isla Besaid

Para ir a Besaid, tuvimos que coger el mismo ferry, al final me fui acomodando a viajar en barco. Por el camino a la isla, un enorme tiburón apareció y nos embistió. En esta ocasión tuve que enfrentarme yo solo a él. El tiburón tenía un tamaño fuera de lo normal, no sé ni cómo se me ocurrió tirarme al agua pero, si no acabábamos con él, no podríamos llegar nunca a Besaid, es más, acabaría hundiendo el ferri.

No fue una batalla fácil, las mandíbulas de aquella bestia podría desgarrarme de un tajo rápido y fácilmente, sin embargo conseguí esquivar una de sus fauces y clavarle la espada en la cabeza y tras nadar durante un rato, se acabó agotando y quedándose sin fuerzas, hasta que acabó hundiéndose. Tras eso, subí a barco de nuevo.

-Jecht: Bueno, un problema menos...
-Auron: ¿Estás bien Jecht?
-Jecht: Sí, sí, estaba pan comido para un nadador profesional como yo.
-Braska: No nos des esos sustos de nuevo, por favor.
-Auron: Tras ver la sangre pensamos que era tuya.
-Jecht: Así que te preocupaste por mí ¿Eh? Sabía que me querías en el fondo.
-Auron: ''Entre risas, Auron soltó otra de sus frases en contra de''. Bicho malo nunca muere, tampoco tenía necesidad de preocuparme.
-Jugador de los Besaid Aurochs: Wuah... increíble, ¡Lo has hecho!
-Conductor del barco: Gracias señor Jecht, no sé si hubiéramos podido llegar, ese era el tiburón bautizado como Chaurez, un tiburón muy violento que ha hundido muchos barcos, ahora ya podemos navegar tranquilos.
-Jecht: Tampoco era para tanto... Coser y cantar.

Ya queda poco para llegar. Tras dispersarnos un poco, Braska se fue con Auron a la proa del ferry.

-Jecht: Hey, Braska, una pregunta.
-Braska: ¿Sí, qué ocurre?
-Jecht: Cuando obtengas el eón de Besaid. ¿Adónde iremos?
-Auron: Volveremos por dónde vinimos. Luego iremos al norte de Bevelle y subiremos por el monte Gagazet.
-Braska: Tras él, está Zanarkand.
-Jecht: Zanarkand, ¿Eh? (Eso quiere decir que me queda poco tiempo...) Hace 1000 años que está en ruinas, ¿Verdad?
-Auron: Eso dicen, pero nadie lo ha comprobado. Quizá sea tu Zanarkand.
-Jecht: Gracias por tratar de animarme.

Hace tiempo que no recordaba a Zanarkand, cada vez que lo hacía, me deprimía bastante, pensando en mi vida allí y en ustedes. Agradecí a Auron por animarme, pero en realidad no vale para nada...

-Jecht: Pensé que con vosotros descubriría cómo regresar. Pero no es tan fácil.
-Braska: Lo siento...
-Jecht: No es culpa tuya, Braska. De todos modos, lo primero es derrotar a Sinh. Zanarkand puede esperar. ¡Pero encontraré la manera de volver!
-Braska: Ten cuidado, Jecht.
-Jecht: No te preocupes por mí. Tú debes de tener cuidado. No querrás que tu hija llore.
-Braska: No lo hará. Es fuerte, como su madre.
-Jecht: Igualmente, evitaremos que Yuna llore, ya verás.

Después de hablar, me acosté una horita aunque fuera, no lo parecía, pero me había cansado un poco la caza del tiburón. 

''Una hora después''.

-Jecht: [Bostezo] ¿Me he quedado dormido?

''Entonces salí de la habitación''. 

-Braska: Al fin despiertas, ¿Has dormido bien?
-Jecht: Bueno, he dormido mejor. ¿Esta es Besaid?
-Braska: Exacto, bienvenido a la isla Besaid. Esta es la primera vez que vienes, ¿No, Auron?
-Auron: Sí, es la primera vez.
-Jecht: Bueno, vamos ya ¿No os parece?

He de decir que me gustó la isla, se veía muy acogedora. Sin embargo, el pueblo era muy pequeño, la constituía 4 ó 5 casetitas, lo único que más se apreciaba era el templo, que ese si era algo más impresionante.

-Jecht: ¡Qué aldea de mala muerte! 
-Braska: Parece un buen lugar para vivir. Auron...
-Auron: ¿Sí?
-Braska: Cuando todo termine... ¿Podrías traer a Yuna aquí? Quiero que lleve una vida tranquila.
-Auron: Te doy mi palabra. La traeré aquí.
-Braska: Gracias, Auron. Eres un buen amigo. 
-Jecht¿Qué hacéis? ¡Vamos ya! Tengo tanta hambre que me comería un Shupaf.
-Braska: Perdona. ¡En marcha!

Me moría de hambre, ¡No había comido nada casi desde que salimos de Luca! Tampoco era un festín, pero viendo como era el pueblo... tampoco podría esperarse mucho. 

-Braska: Bueno, vamos ya al templo.
-Jecht: Sí, nos queda aún un viaje muy largo de vuelta.
-Sacerdote: Bienvenido. El recinto de la prueba le espera.
-Braska: Gracias, señor sacerdote. Vamos.

Entramos en el recinto de la prueba y la verdad es que, era bastante sencilla, nada comparada con las pruebas anteriores, esta era muy intuitiva. Llegamos a la cámara del orador y Braska entró en él.

-Auron: Ya queda poco, este será nuestro último templo, el próximo destino será Zanarkand.
-Jecht: Ya veo... y yo, sin ningún plan... ¡Mecachis!
-Auron: No te tortures, no existe tal plan, ya te lo dije.
-Jecht: Yo no me doy por vencido. He estado pensando...
-Auron: ¿En qué?
-Jecht: En la razón de por qué siempre renace... creo que ahí estaría la clave...
-Auron: Ese es un tema que todos nos preguntamos, pero no encontramos la respuesta. La única manera de hacerlo es expiando nuestros pecados.
-Jecht: Eso me suena a excusa barata para ignorantes. Debe de haber otra forma.
-Auron: Jecht, es lo que nuestro Dogma dice, no puedes insultarlo y menos aún aquí.
-Jecht: ¿Quieres pelea? Yo siempre digo lo que pienso, ya lo sabes.
-Auron: Olvídalo, solo te digo que pienses un poco antes de hablar, es todo.
-Jecht: ''Me resultó gracioso, por lo que me reí''. Sabes que eso no va a pasar, amigo.

Tras nuestra charla (La cual aquí resumí un poco puesto que realmente fue una charla y discusión de casi 2 horas, Auron y yo empezamos a discutir hasta que decidimos dejarlo estar) salió Braska. Tras ello, salimos del recinto de la prueba y del templo.

-Jecht: Bueno, ¿Ahora tenemos que hacer toda la caminata anterior? ¿Los 3 meses de viaje?
-Braska: No, no será necesario. Gracias a esta nueva invocación podremos volar, volaremos en él hasta la llanura de la Calma, se encuentra justo al lado del lago Macalania, y después caminaremos hasta el monte Gagazet y tras Gagazet...
-Auron: Estaremos ya en zanarkand.
-Jecht: ¿En serio?
-Braska: Sí, Jecht... Ya nos queda poco, aunque antes de ir a la llanura de la calma... ¿Puedo pediros un favor?
-Jecht: ¿Qué?
-Braska: Vayamos a Bevelle, allí es dónde está Yuna. Me gustaría verla antes de ir a Zanarkand, no os importa, ¿Verdad?
-Auron: No hay problema, un día más o un día menos no marcará diferencia alguna.
-Braska: Está bien, gracias. Bueno, procederé a llamarlo.

Auron y yo nos apartamos y Braska invocó a su nuevo Eón. Era un pájaro gigantesco, realmente sí que podíamos subirnos los tres en él. Tras subir, emprendimos el vuelo hacia Bevelle... esta sería nuestra última parada antes de ponernos en dirección hasta Zanarkand y el fin de todo... Debo darme prisa. ¿Por qué el cerebro no me funciona igual cuándo el tiempo es tan limitado?


 

CAPÍTULO 12

Bevelle, de vuelta a casa

Realmente, a lomos de aquel Eón llegamos a Bevelle en un santiamén. Era la primera vez que volaba y si te soy sincero no era muy mala la sensación. 

     Tras llegar a Bevelle, la ciudad estaba un poco desierta, pero en cuánto llegamos, todos los ciudadanos (La muy inmensa mayoría, religiosos y monjes del clero) se acercaron y empezaron a vitorear a Braska.

- Monje: Bienvenido a casa, Braska.
- Braska: Gracias, Arthuir.
- Jecht: ¿Por qué hay tanta gente calva por aquí? ¿Son todos monjes o algo así?
- Auron: Sí, algo así.
- Arthuir: Teníamos todo preparado para cuando volvieras antes de derrotar a Sinh.
- Jecht: ¿Preparado? ¿Cómo sabíais que volveríamos?
- Mujer: Teníamos fe de que Braska volvería para despedirse.
- Arthuir: Es lo mínimo para los que lo apoyamos, aunque no estuvimos de acuerdo con su matrimonio, pero lo importante es que sigue con el camino de Yevon, por lo tanto, no le culpamos por ello.
- Jecht: Entiendo, sois como un club de fans ¿Eh? Y bueno, ¿Qué teníais preparado?
- Arthuir: La fiesta está preparada y además hay una persona que te quiere ver ''se ríe cómo si escondiera algo''.
- Braska: Vaya, no puedo esperar.
- Auron: Que os vaya bien.
- Jecht: ¿No vienes, Auron? ¡Venga, vamos!
- Auron: No me apetece tener que aguantarte borracho de nuevo. No tengo mucho cuerpo para fiestas, iré a ver a unos amigos.
- Jecht: Tú tan aburrido como siempre ¿Eh? Está bien.

Tras la ida de Auron, Arthuir nos llevó a Braska y a mí hasta un bar que había allí, bastante espacioso y con dos plantas, comparado con otros establecimientos que he visto desde que llegué, era un lujo. Empezaron a servirnos bebidas y comida, fue una fiesta a lo grande, y más disfrutamos. 

Allí, vimos también a una niña que empezó a correr y abrazó a Braska fuertemente.

- Niña: ¡Bienvenido a casa, papá!
- Braska: Hey, Yuna, ¿Cómo has estado?
- Yuna: Bien, un poquito sola desde tu partida, pero estoy bien.
- Braska: Te estás volviendo una chica muy fuerte ¿Eh?
- Yuna: ¡Sí!
- Braska: Así es mi chica ''Le dijo a Yuna mientras le ponía la mano en la cabeza y se la acariciaba''. Yuna, quiero presentarte a alguien, Jecht, esta chica es Yuna, mi hija.
- Jecht: Muy bonita, hola, yo soy Jecht.
- Yuna: Yo soy Yuna, ¿Usted es el guardián de mi padre?
- Jecht: ¡Sí! Braska está más que protegido conmigo.
- Yuna: ¡Impresionante!
- Braska: Yuna, Jecht proviene de Zanarkand.
- Yuna: ¿Zanarkand? ¿Cómo es Zanarkand?
- Jecht: Eh... (¿Cómo se lo digo? No sé cómo se encontrará ahora).
- Braska: Vamos Jecht, háblale de tu Zanarkand, Yuna es muy curiosa ‘Me dijo Braska con una sonrisa’.
- Jecht: Está bien, toma asiento niña, porque esto va a ir para largo.

Yuna tomó asiento y empecé a contarle cómo era nuestro Zanarkand. Era maravilloso ver como a aquella niña, empezaba a brillarle los ojos con mis historias, me recordaba mucho a ti cuando eras pequeño y te contaba mis batallitas de jugador de Blitz y de pescador, algún día cuando tengas algún hijo lo entenderás.

- Jecht: Bueno, Zanarkand es una enorme ciudad.
- Yuna: ¿Más que Luca?
- Jecht: ¿Luca? Luca es del tamaño de mi casa en comparación a Zanarkand.
- Yuna: ¡Increíble!
- Jecht: Además, los edificios son gigantescos, hay grandes rascacielos, algunos de una altura que ni mirando hacia arriba llegarías a ver la cima.
- Yuna: ¡Quisiera verlo!
- Jecht: Y lo mejor de todo ¡El estadio de Blitzball!
- Yuna: ¿Tenéis estadio?
- Jecht: ¡Sí! Es enorme y siempre está iluminado, incluso cuando está cerrado. Cuando va a empezar la liga de Blitzball se abre y forma un espectáculo impresionante, nada comparado con la apertura que hacen en Luca.
- Yuna: Uau... ¿Y usted también juega señor Jecht?
- Jecht: ¡Claro! Soy el mejor jugador del mundo.
- Yuna: ¡Increíble! Me encantaría verle jugar.
- Braska: Bueno... creo que...
- Jecht: ¡Por supuesto! Mira, te voy a enseñar uno de mis chutes más especiales, este me lo inventé yo.
- Yuna: ¡Viva!
- Jecht: Este es el chut de Jecht nº 3 no apartes tu vista ¿Eh?
- Braska: Oh no... Aquí está otra vez.

Y no se hable más, le mostré mi chut especial. Después de realizarlo, todos se quedaron con la boca abierta y Yuna se quedó sin palabras, hasta que empezó a reírse.

- Jecht: ¿Eh? ¿Qué te ocurre? ¿Te ríes del mejor chut del mundo? Nadie puede igualarlo ¿Eh?
- Yuna: Me hace gracia el nombre, ¿Por qué es el nº 3?
- Jecht: Eso tendrás que averiguarlo por ti misma niñita.
- Yuna: ¡Lo averiguaré!
- Niños: ¡Hey, Yuna! ¡Vente a jugar!
- Yuna: Pero...
- Braska: Ve a jugar, nos vemos ahora en un ratito ¿Eh?
- Yuna: ¡Sí!

Yuna se fue corriendo a jugar, era encantadora, estoy seguro de que harías muy buenas migas con ella, chico.

- Jecht: Braska, ¿Puedo preguntarte algo?
- Braska: ¿Qué ocurre?
- Jecht: ¿Por qué me has hecho contarle todas estas cosas a Yuna? Sabes mejor que yo que ya Zanarkand está destruida y que no se parecerá en nada a lo que yo le he descrito.
- Braska: Yuna es una niña muy risueña. No sabe casi nada sobre los invocadores, pero sí sabe que tenemos que dirigirnos allí.
- Jecht: No quieres que se preocupe más de la cuenta, ¿Cierto?
- Braska: Exacto, creo que es mejor que piense que vamos a un lugar de ensueño en vez de un lugar destruido al cual...
- Jecht: No lo digas.
- Braska: Está bien...

La noche pasó muy tranquila, esta vez el alcohol no me subió mucho, creo que desde mi experiencia con el Shupaf del río de la luna aprendí la lección. Sin embargo, eso no quitaba que me quedara dormido en la mesa del bar. Braska me cogió y me llevó hasta su casa mientras estaba dormido, cada vez que bebo lo estropeo todo. Al día siguiente estuvimos ya dispuestos para salir de aquí. 

Nos levantamos a las 12:30 de la mañana. Nos reunimos con Auron y nos dirigimos a salir de Bevelle, sin embargo antes de salir, vino Yuna corriendo, parece se que Braska no le había contado el dato más importante.

- Yuna: ¡Papá! ¿Por qué no me despertaste?
- Braska: Estabas muy mona durmiendo ''Le dijo a Yuna con una sonrisa... un poco falsa, pero funcionó para Yuna''.
- Yuna: ¡Deberías haberme despertado!
- Braska: Perdona...
- Yuna: ''Le da un abrazo a Braska y luego a mí''. Adiós, señor Jecht, por favor, cuida de papá.
- Jecht: Sí... lo haré.
- Braska: Bueno, nos vamos, hasta pronto, cariño.
- Yuna: ¡Adiós, papá! ¡Adiós, señor Jecht!

Tras despedirnos de Yuna, caminamos fuera de Bevelle y llegamos hasta el lago Macalania, dónde empecé la historia de mi viaje...


 

 

CAPÍTULO 13

Al fin llegamos a la llanura de la calma en dirección al Gagazet

Cuando salimos del bosque de Macalania, a la izquierda de Bevelle, llegamos a una enorme llanura, esta llanura se podría reír del camino de Miihen. Según me contó Braska, muchos invocadores se pierden aquí y además, esta llanura ha sido el fin de muchos peregrinajes en el pasado, aunque por nada del mundo permitiría que este fuera uno de esos.

-Jecht: Vaya, ¡Qué grande! Una pregunta, ¿Qué es este lugar?
-Braska: Lo llaman la llanura de la calma, se llama así porque aquí es dónde han acabado con Sinh en numerosas ocasiones.
-Jecht: ¿Eso quiere decir que Sinh frecuenta mucho esta zona?
-Auron: No precisamente, dicen que es simple casualidad.
-Jecht: Por si las moscas, deberíamos salir de aquí ya y llegar hasta el otro extremo, ¿No os parece?
-Braska: No te preocupes Jecht, no creo que aparezca, mientras contempla este paisaje, es impresionante.

        Y realmente lo era chico, la llanura era muy poco frondosa, si es cierto, pero al fondo, había un gigantesco acantilado.

-Jecht: ''Doy un pequeño silbido de la impresión al ver aquel acantilado''. Esto es una pasada, ¡No tiene fondo!
-Braska: Esta es una de las heridas de la llanura tras los enfrentamientos contra Sinh. Cada vez, se ha ido haciendo más grande. Cuando obtenemos el Eón supremo, es tradición enfrentar a Sinh aquí, por esa razón, este es un lugar casi sagrado.
-Jecht: Entiendo… Bueno, vamos ya, que al final nos ponemos melancólicos.
-Braska: Supongo que tienes razón, en marcha.

Avanzamos por el inmenso camino de la llanura y un poco hacia el norte. Pasamos por un pequeño puente y a lo lejos se podía apreciar una zona nevada muy blanca y con muchas montañas… Habíamos llegado al Monte Gagazet. Al llegar allí, unos Ronso nos recibieron gustosos, entre ellos, aquel maldito Ronso que me encarceló cuando llegué.

-Kelk: Invocador y sus guardianes, sed bienvenidos al monte Gagazet. El Gagazet, os da la bienvenida.
-Jecht: ¡Ey! Eres tú aquel Ronso que me juzgó y encarceló.
-Kelk: ¿Quién? Ya veo, tú eres el blasfemo que afirmaba venir de nuestra tierra santa, oí rumores de que te dejaron en libertad. Sea como fuere, ahora eres guardián y por lo tanto, eres perdonado a los ojos de Yevon.
-Jecht: Bueno, a decir verdad, si no me hubieran encarcelado no sé en dónde estaría yo ahora mismo, así que… estamos en paz.
-Kelk: Subid el monte y encontraréis una cueva, cruzadla y llegaréis por fin a Zanarkand. Buena suerte, os prometo que tendrás la mejor de las estatuas esculpidas por los Ronso, pasará a ser el mayor recuerdo que este mundo pueda tener.
-Braska: Gracias, señor venerable.

Tras nosotros pasar por delante de Kelk Ronso, todos los demás Ronso salieron de su escondite y empezaron a recitar el salmo de Yevon. Era precioso y me recordaba mucho a mi Zanarkand, ya que el salmo era idéntico al cántico que recitábamos. Recuerdo que en más de una ocasión me pillaste cantándola y siempre me decías que por qué, ¡Hasta que un día te pillé a ti también cantándola! creo que me estuve burlando de ti durante 3 días por lo menos, por las veces que me lo reprochabas.

-Braska: Esperad, quiero grabar una última esfera.
-Jecht: Está bien.
-Auron: Tómate el tiempo que necesites.
-Braska: Gracias.

Entonces, Braska empezó a grabar una esfera para Yuna. Auron y yo no le echamos mucha cuenta, a fin de cuentas, esta vez era algo más personal suyo…

-Braska: Hola, Yuna, espero que todo te vaya bien. Me pregunto… ¿Cuántos años tendrás cuándo veas esta esfera? Seguro que eres preciosa, como tu madre. Ojalá pudiera verte…

Braska se dio la vuelta y lanzó un par de suspiros, ciertamente, tuvo que ser duro para él.

-Braska: A propósito… Jecht y Auron te mandan recuerdos. Hasta ahora, ha sido un viaje muy divertido. También es muy duro, pero no me arrepiento, es el camino que he elegido. Cuando seas mayor, tendrás que elegir tu propio camino. Haz lo que debas hacer, como tú quieras hacerlo. Así todo te irá bien. Escúchame, Yuna. Tu futuro, depende de ti. Vive tu propia vida. Hagas lo que hagas, como tu padre, siempre estaré de tu parte. Yuna, siempre estaré contigo.

Y cerró la conexión con la esfera, era la primera vez que veía a Braska intentar aguantarse el llanto, desde que le conozco, nunca le hizo falta, siempre fue seguro de sí mismo y fuerte como un roble, pero aquel día… sus defensas estaban por los suelos y no era para menos, por lo tanto, traté de no preguntar demasiado respecto al tema, creí que con estar con él en estos momentos iba a ser más que suficiente y lo que más necesitaba.

Tras terminar la conexión, continuamos nuestra escalada por el monte, fue dura, era todo cuesta arriba y la nieve del suelo no ayudaba mucho, sin embargo, conseguimos llegar a la cima tras eliminar a algunos que otros monstruos que por allí se encontraban, aunque menos de los que solemos encontrarnos normalmente, parece ser, que los Ronso los mantienen un poco a raya.

Al final del monte, llegamos a una zona con un gran acantilado y a la derecha seguía el camino con más subida, pero esta era algo distinta. Este camino se diferenciaba de los anteriores en que lo formaban pilares a cada lado y cada 2 metros aproximadamente había colocado un pilar. Al final del todo, encontramos al fin, la cueva que Kelk nos comentó.


 

 

CAPÍTULO 14

POR FIN, ZANARKAND

La cueva era inmensa a la par que peligrosa. Tenía muchos caminos que recorrer y nos perdimos un par de veces como muy poco.

-Jecht: Hey, chicos, ¿Estáis seguros de que es por aquí?
-Auron: No empieces a quejarte, acabamos casi de llegar.
-Jecht: ¡Pero si hemos pasado ya por esta maldita piedra 4 veces!
-Braska: ¿Estás seguro?
-Jecht: Yo nunca fallo, esta es la misma piedra. Tenemos que pensar en otra cosa.
-Auron: Pero no nos queda más lugares que investigar de toda la cueva.

Ciertamente, habíamos visto todo lo que podíamos ver en tierra firme y solo dábamos vueltas en círculos. ¡Estaba ya aburrido de dar vueltas! Lo único que nos quedaba por investigar era una zona que había que pasar nadando.

-Auron: Genial, un camino de agua.
-Jecht: Bueno, se acerca mi hora de brillar. Esperadme aquí, voy a investigar un poco la zona.
-Braska: No podemos dejar que vayas solo, posiblemente haya monstruos de agua en el fondo.
-Jecht: Bueno, así será más divertido ¿No crees?

¿Más divertido? Cada vez que decía cosas así ocurrían horrores, nunca aprendí, ciertamente. Igualmente, era cierto que había algún que otro monstruo marino, pero ya tenía la suficiente experiencia matando bichos de esos como para asustarme. Continué nadando hasta que encontré un poco de tierra firme. Allí encontré una gran bola la cual, le rodeaba unas varillas que parecían ser metálicas las cuales, oscilaban alrededor de aquella gran bola y abajo, había una descripción que decía: ''La esfera del aventurero, golpea la esfera para conocer tu futuro'' o algo así era, nunca se me dio bien recordar acertijos, de cualquier forma, saqué mi espada y arremetí contra aquella esfera evitando aquellas varillas. Tras golpearla, hubo un pequeño terremoto en la cueva y ciertamente, parecía que la cueva tenía vida, ya que se sentía cómo si se moviera, o como si algo se estuviera moviendo en su interior. A parte de aquello, no encontré nada más interesante debajo del agua, por lo tanto, volví con los demás.

-Auron: ¿Has encontrado algo?
-Jecht: Bueno, digamos que he chutado un balón bastante duro allí abajo, sin embargo… ¿Habéis sentido aquel temblor de hace un momento?
-Braska: Sí, era como si la cueva se moviese, ¿Has tenido algo que ver?
-Jecht: No sé, pero es posible… Algo me dice que ahora si podremos encontrar la salida a esta cueva
''Lancé una risa de las mías''.
Si es que soy todo un hacha.
-Auron: Bueno, investiguemos de nuevo, algo tiene que haber cambiado tras aquel temblor.

Por lo tanto, seguimos investigando la cueva volviendo otra vez a los mismos lugares de antes, pero en esta ocasión había una diferencia, se había abierto como una especie de ‘escalera’. Subimos y por fin llegamos hasta el final de la cueva, pensé que nunca lo lograríamos. Ahora queda la parte más difícil y dura, llegar a Zanarkand.

La vida no siempre es fácil y para nosotros no lo fue, ni siquiera al final de trayecto. Tras salir de la cueva, nos encontramos con un monstruo enorme, y cuando digo enorme, me refiero a un bicho que podría medir 4 veces mi persona. Aquel monstruo, caminaba a 4 patas, tenía algo parecido a 2 colmillos, la piel del lomo se le abría y alzaba cuando al bicho le apetecía y tenía una cola que podría medir lo mismo que nosotros 3 juntos.

Fue una gran dura e intensa batalla, Auron consiguió romperle sus defensas físicas y mágicas para que yo pudiera asestarle con mi espada y Braska pudiera darle con su magia santa, pero finalmente, tuvimos que utilizar todo nuestro arsenal de invocaciones y emplearnos Auron y yo a fondo para poder derribarlo. Tras verlo caer, tuvimos que darnos un pequeño respiro y sentarnos allí, ¡No habíamos parado desde que salimos de Bevelle! Tu viejo está un poco mayor ya para estos trotes, hijo.

-Jecht: Maldito bicho… ¿Qué pintaba aquí? Yo creía que ya en la recta final sería todo más sencillo.
-Braska: Bueno, ciertamente, esta es una de las razones por las que nos entrenamos en nuestro viaje.
-Jecht: ¿Eh? No lo entiendo.
-Auron: Estos monstruos son las últimas pruebas que la dama Yunalesca nos impone.
-Jecht: ¿Yunalesca? ¿Quién es?

Evidentemente, yo no conocía a ninguna Yunalesca ni había oído hablar con ella. Te contaré la historia que Braska y Auron me contaron: Yunalesca fue la primera invocadora que logró derrotar a Sinh y empezar esta espiral de muerte invocador-Sinh en el cual vive inmiscuida. Yunalesca estaba casada con un tal Zaon o algo así y juntos hicieron el mismo peregrinaje que nosotros. Lo terminaron y se enfrentaron a Sinh, acabando con él, por lo menos durante todo un año, después, volvió todo el ciclo de nuevo.

-Jecht: Vale, creo que ahora lo entiendo… Pero… hay algo que no me cuadra… Sinh apareció hace 1000 años ¿Verdad?
-Auron: Correcto.
-Jecht: Y ha habido muchos invocadores después de ella ¿Me equivoco?
-Braska: Así es… Ha habido muchísimas generaciones de invocadores que han derrotado a Sinh después de Yunalesca.
-Jecht: Además, después de derrotar a Sinh, el invocador muere, entonces… después de todo el tiempo transcurrido y además, el hecho de que mueren después de acabar con Sinh, ¿Cómo puede estar viva?
-Braska: La respuesta es, porque no es más que lucilos. Cuando una persona muere es enviada, pero es posible que no hubiera ningún invocador que la enviara, piensa que es la primera invocadora, por lo tanto no tuvo un envío correcto y además es posible que si no aceptas tu muerte, ya sea porque sea injusta o porque crees que aún tienes cosas que hacer en este mundo, sumando a que no te han enviado, es posible que sigas viviendo, aunque sin tener vida.
-Jecht: ¿Seguir viviendo sin tener vida? ¿Cómo un espectro?
-Auron: Algo parecido.
-Jecht: Impresionante, en este mundo no se escapa una ¿Eh?

Tras descansar un rato, continuamos con nuestro viaje, el cual, le queda un trayecto bastante más corto. Más adelante, nos encontramos con una zona en la cual, se podía apreciar un gran remolino que parecía de energía o algo así y junto a ello, había una pared repleta de figura de personas.

-Jecht: ¡Por la madre que me…! ¿Qué es esto?
-Auron: Son oradores…
-Jecht: Entiendo…
-Auron: ¿Realmente lo entiendes?
-Jecht: No, no entiendo nada, no sé qué hacen aquí los oradores y todo lo de…

De repente, se me nubló la vista y caí en redondo al suelo, cuando desperté o eso creí, estaba en mi Zanarkand. Si era un sueño, realmente no quería despertar… Rápidamente me fui corriendo como alma que lleva al diablo a nuestra casa con la esperanza de encontraros a ti y a tu madre… sin embargo, no hubo esa suerte… No había nadie, ni en la ciudad tampoco, excepto…

-Jecht: ¡Hey! ¿Hay alguien ahí? ¡Vuestro héroe ha vuelto! Y tengo muchas historias que contar… ¿Dónde está todo el mundo?
-Voz de un chico: Ya no están.
-Jecht: ¡Hombre, un niño! ¿Quién eres tú?
-Voz del chico: Soy un orador.
-Jecht: ¿Qué? ¿Un orador? ¿Cómo es posible?
-Orador: Y tú ahora mismo, no eres quién crees ser.
-Jecht: Mira chico, háblame de una forma que pueda entenderte ¿Vale? Porque no me estoy enterando de nada.

Entonces me empezó a enseñar una ilustración de cómo fue el evento de la destrucción de Zanarkand.

-Orador: Cómo ya sabrás, Sinh destruyó Zanarkand hace 1000 años. Esto se produjo tras la guerra entre las máquinas de Bevelle y los invocadores de Zanarkand, en la cual, los invocadores perdieron. Sí, toda aquella guerra, se desarrolló aquí, en Zanarkand, y tu tierra fue la que salió terriblemente derrotada…
-Jecht: ¿Estás diciendo qué?
-Orador: ¿Recuerdas todas esas figuras humanas que viste antes? Todos esos son gran parte de los invocadores que perecieron por culpa de las máquinas, que fueron brutalmente asesinados.
-Jecht: Vaya… no tenía ni idea…
-Orador: No te preocupes, la culpa la tienen los líderes que gobernaban en Bevelle, siempre querían más poder y no iban a parar hasta obtenerlo, sin embargo, se encontraron con la horma de su zapato.
-Jecht: ¿Con Sinh?
-Orador: Efectivamente. Todos los invocadores que murieron consiguieron convertirse en oradores y con el poder de cientos de ellos, consiguieron invocar a un ser que al final, pondrían en peligro a toda la humanidad, invocaron a Yu-Yevon, una invocación con inteligencia propia, la cual consiguió a su vez, invocar una coraza enorme que además, funcionaba como arma.
-Jecht: Entiendo, así se originó Sinh, ¿Verdad?
-Orador: En efecto.
-Jecht: Entiendo, entonces, se podría decir que los habitantes de mi tierra y yo me incluyo, realmente somos los que producimos a Sinh, esto es increíble. Y ahora dime, ¿Qué quisiste decir con que yo no soy yo? ¿Eh?
-Orador: Quiero decir que no eres 100% humano. Cuando apareció Sinh, hubo un grupo de oradores que se opusieron a la invocación de Yu-Yevon, yo fui uno de ellos. Sabíamos que corría un peligro demasiado grande, así que empezamos a soñar.
-Jecht: ¿Cómo que soñar?
-Orador: Queríamos mantener la memoria de Zanarkand, para así intentar salvarla… aunque no fuera real. Los invocadores y algunos ciudadanos que sobrevivieron a la tragedia se convirtieron también en oradores y se prepararon para realizar una invocación… la invocación, que traería la vida a Zanarkand. Lo reconstruimos todo, los edificios, la gente… Sin embargo, todo no son más que sueños producidos por nosotros.
-Jecht: Entiendo, por eso dices que yo soy un sueño también, ¿Cierto? A mí, me creasteis también como si fuera un sueño, ¿Verdad?
-Orador: Correcto, la razón por la que no conocías nada de esta historia, borramos completamente todos los recuerdos de aquel acontecimiento.
-Jecht: Vale, lo entiendo… pero entonces, si soy un sueño, ¿Por qué vine a Spira?
-Orador: Te enviamos a Spira porque vimos que el poder de Sinh se incrementaba cada vez más y decidimos enviar a alguien habilidoso de Zanarkand para que intentara detenerle junto a otro invocador, para ver si podía encontrar una manera de ayudarnos, tememos que Sinh sea capaz de penetrar en nuestro sueño también y volver a destruir Zanarkand de nuevo, eso sería terrible.
-Jecht: Entiendo… bueno, no te preocupes, cumpliré con mi cometido.
-Orador: Ya no nos queda mucho, la presencia de Sinh nos agota y no sé cuánto tiempo podremos aguantar, llevamos 1000 años durmiendo… Si dejásemos de soñar, todo desaparecería, incluso tú.
-Jecht: ¿En serio? Eso es malo… está bien, no te preocupes, Braska, Auron y yo le pondremos fin a esto.
-Orador: Gracias, esperamos con ansias que llegue esa calma eterna tan deseada.
-Jecht: No te preocupes, igualmente… si dejárais de soñar, ¿Sería posible que volvierais a hacerlo de nuevo?
-Orador: Sí, siempre que no tengamos la presencia de Sinh.
-Jecht: Trato hecho, acabaré con ese bicho, dalo por hecho.

Tras aquello, el orador desapareció y yo desperté de nuevo con Auron y Braska gritándome y suplicando para que me despertara.

-Auron: ¡Jecht! ¿Estás bien?
-Braska: ¿Qué te ha ocurrido? No nos des estos sustos.
-Jecht: No os preocupéis, solo estuve echando una siestecita, parece ser que estaba más cansado de lo que creía. Bueno, prosigamos.
-Auron: Si… vamos, aunque creo que podríamos descansar un rato más y…
-Jecht: Auron, ¿Qué te pasa? ¿Estás bien? Jamás imaginé que fueras precisamente tú el que dijera de descansar.
-Braska: Ya estamos aquí, ya sólo nos queda el último trayecto, vamos cuánto antes.
-Auron: Está bien. (Aunque me gustaría que estuviéramos un poco más…).


 

 

CAPÍTULO 15

La invocación suprema

Avanzamos un poco más hacia adelante y por fin, el tan esperado día desde que llegué a Spira, sucedió. Llegamos a Zanarkand, el real, el que fue destruido por la guerra… Incluso después de ser destruida, seguía viéndose tan majestuosa como siempre, los edificios eran enormes, aunque daba un poco de tristeza… Estaba lleno de lucilos que imagino, que serían las almas de todos los que murieron… Si es posible, y sabiendo lo llorón que eres, no te recomiendo venir aquí, no sé si podrías aguantarlo.

-Braska: ¿Cómo te sientes?
-Jecht: Bueno, pensé que me sentiría más melancólico, pero ahora da pena verlo.
-Braska: Es cierto, ¿Y estos lucilos? Son parecidos a…
-Auron: Se parece a cuando estamos en el Etéreo, en Guadosalam… también reflejan los recuerdos de antiguos invocadores exitosos que pasaron por aquí.
-Jecht: ¿Y cómo estás tan seguro?
-Auron: Haber sido monje y haber vivido para Yevon te da mucha información.

Ciertamente, vimos muchísimas imágenes de recuerdos de otros invocadores y sus guardianes, era espeluznante, a decir verdad. Seguimos caminando, intenté buscar cuál era nuestra casa, pero ya no estaba, me gustaría saber qué le pasó, imagino que se derrumbaría y acabaría enterrada junto a muchas otras. Tras avanzar hubo una explanada en dónde un viejo rodeado de lucilos nos paró.

-Anciano: Viajero de largo camino… ¿Cuál es su nombre?
-Braska: Soy Braska.
-Anciano: Yunalesca le está esperando en la cámara del orador, ve a verla de inmediato con sus dos guardianes contigo.
-Braska: De acuerdo, gracias.

Seguimos avanzando hacia adelante para, por fin, poder reunirnos con la tal Yunalesca y recibir el Eón Supremo… se nos acababa el tiempo y aún había varios problemas que no sabía cómo poder resolverlos… Con mucho entusiasmo, Braska empezó a correr hacia el fondo, para dirigirse a la cámara del orador, yo hice un último intento de persuadirlo…

-Jecht: ¡Hey Braska! No tienes por qué hacer esto.
-Braska: Gracias por tu preocupación. Pero ya no hay vuelta atrás.
-Jecht: Está bien, ya he dicho mi parte, no lo comentaré más.
-Auron: Pero yo no… Braska, ¡Volvamos atrás! No quiero verte… morir.
-Braska: Sabías que esto iba a ocurrir, amigo mío.
-Auron: Sí, es cierto, pero… No puedo aceptarlo.
-Braska: Auron, es un honor que te preocupes tanto por mí. Pero he venido hasta aquí para cumplir con mi cometido. Derrotaré a Sinh y eliminaré el dolor de Spira. Por favor, entiéndelo, Auron.

Tras ello, volvimos a correr hacia más adentro, hasta que nos encontramos con otro recinto de prueba para invocadores, ¿En serio había una prueba incluso en el último tramo del viaje?

-Jecht: ¿Otro recinto de prueba?
-Braska: Probablemente.
-Jecht: ¿Aquí también? Dame un respiro. ¡Yo me esperaba… ya sabes, una fiesta con fuegos artificiales!
-Braska: Podrás pedirlos cuando derrotemos a Sinh.
-Jecht: Sí, claro. (No podré disfrutarlos igual).

¿Fuegos artificiales? ¿Cómo podría celebrar la muerte de Sinh con fuegos artificiales sabiendo que no podría disfrutarlos también? La broma, la verdad, es que no fue muy oportuna.

Efectivamente, teníamos que pasar otra prueba más, la última, en esta ocasión teníamos una pantalla con figuras de colores y un suelo que, tras pisar ciertas losas, se iluminaban otras, dejando ver figuras iguales a la de la pantalla, por ello, dedujimos que teníamos que tocar todas las losas que formara la pantalla, sin embargo, si nos equivocábamos tendríamos que empezar de 0. Yo me equivoqué 3 ó 4 veces, ¡Auron y Braska querían matarme! Finalmente, conseguimos realizarlo y tras realizar el mismo ejercicio casi 7 veces, puesto que había 7 combinaciones distintas, apareció un monstruo increíblemente poderoso, era muy grande, de color rojo y con dos manos que parecían guadañas. Conseguimos derrotarlo y finalmente conseguimos llegar hasta Yunalesca.

Yunalesca lucía como una mujer que podría tener unos 35 años aproximadamente, vestía muy sueltecita de ropa para decir la verdad, pero se le notaba que no era precisamente muy débil, rebosaba de magia en su interior.

-Yunalesca: Saludos, invocador. Felicidades por haber llegado hasta aquí. Soy Yunalesca, quien os otorgará el poder para realizar la invocación suprema y así poder derribar a Sinh.
-Braska: (Por fin llegamos).
-Yunalesca: Sin embargo, no os será gratis, deberéis pagar un precio.
-Jecht: ¿Qué tipo de precio?
-Yunalesca: El alma de uno de vosotros, no existe ningún orador para realizar la invocación suprema.
-Jecht: ¿Qué? ¿Cómo que no hay invocación suprema?
-Braska: ¿Cómo? No entiendo…
-Yunalesca: Para realizar la invocación suprema, he de convertir en orador a uno de ustedes.
-Auron: ¿Y después de derrotar a Sinh? ¿Qué ocurre? Los oradores existen para destruir a Sinh, durante el tiempo que Sinh no existe, ¿Qué ocurre con ese orador?
-Yunalesca: Sinh es eterno, cuando Sinh muera, Yu-Yevon requerirá de otro recipiente para su nueva resurrección, y ese será el orador de la invocación suprema.
-Auron: ¿Cómo?
-Yunalesca: Os espero en la próxima cámara. Cuando decidáis quien será el orador, venid a verme para realizar el pacto.

''Entonces Yunalesca sale del recinto''.

-Auron: Esto es una locura, ¡No es demasiado tarde todavía! ¡Volvamos!
-Braska: Si me echo atrás, ¿Quién derrotará a Sinh? ¿Permitirías que otro invocador pase por lo mismo?
-Auron: Pero… mi señor, ¡Tiene que haber otra opción!
-Jecht: Esto es lo único que tenemos por ahora, ¿Verdad? Está bien, yo seré tu orador. He estado pensando… Mi sueño es volver a la otra Zanarkand. Quería convertir a ese granuja bueno para nada en una estrella del Blitzball. Mostrarle cómo se ve uno estando en la cima, ya sabes. Pero ahora, sé que no hay ninguna forma de volver a casa, no para mí. No voy a volver a verle más. Mi sueño nunca se hará realidad. Por lo tanto, haré de orador. Lucharé contra Sinh contigo, Braska. Entonces, tal vez mi vida tenga algún sentido.
-Auron: No hagas esto, Jecht. Si tú vives… ¡Puede que haya alguna forma! ¡Juntos pensaremos en algo, lo sé!
-Jecht: ¡Créeme, lo he pensado todo el tiempo! Ya no soy tan joven, debo buscar alguna manera de ser útil para mí mismo.
-Braska: Jecht.
-Jecht: ¡Qué! ¿Tú también tratarás de pararme?
-Braska: Lo siento… es decir… Gracias.
-Jecht: Braska aún debe luchar contra Sinh, Auron. Protégele bien, y asegúrate de que lo consigue. Bueno, vamos.
-Auron: ¡Señor Braska, Jecht!
-Jecht: Vamos, ¿Qué quieres ahora?
-Auron: Sinh siempre regresa. Después de la calma, Sinh regresará. El ciclo continuará y sus muertes habrán sido en vano.
-Braska: Pero hay una posibilidad de que esta vez no lo haga. Vale la pena intentarlo.
-Jecht: Entiendo lo que dices, Auron. No te preocupes, encontraré una manera de romper el ciclo.
-Auron: ¿Tienes un plan?
-Braska: ¿Jecht?
-Jecht: Confía en mí, ¡Pensaré en algo! Aunque, Auron, ¿Puedo pedirte una última cosa?
-Auron: Claro que sí, lo que sea.
-Jecht: (Bueno, es algo imposible) Nah, no importa.
-Auron: No por favor, dilo.
-Jecht: Ok, escúchame. Cuida de mi hijo ¿Quieres? Mi hijo, en Zanarkand, no es más que un niño llorón. Necesita a alguien que le extienda la mano. Cuida de él, ¿Lo harás?
-Auron: Pero… ¿Cómo llegaré a tú Zanarkand?
-Jevht: ¡Vamos, tú mismo lo dijiste! Debe haber alguna manera de llegar, seguro que la encontrarás.
-Auron: Está bien, lo haré. Te doy mi palabra. Cuidaré de tu hijo y lo protegeré con mi vida.
-Jecht: Gracias, Auron. Siempre fuiste un poco aguafiestas, pero eso es algo que siempre me ha gustado de ti.

A decir verdad, sí que tenía un plan en mente, para el cual me presenté como orador, te lo explicaré. Si era cierto que yo era un sueño de los oradores y si ellos dejaran de soñar yo desaparecería… Entonces, que yo me convirtiera en Sinh, sería una manera perfecta de eliminarlo para siempre. Sólo debía convertirme en él y rezar porque los oradores dejaran de soñar durante el tiempo en el que yo soy Sinh, de esa forma yo desaparecería, junto a Yu-Yevon, el cual se habrá convertido en mi persona. ¡Es un plan genial! Debes admitirlo, Auron, si lees esto, siento haberte mentido, pero era muy importante que no conocierais lo que me podría ocurrir y lo que me ocurrirá, además, iba a desaparecer de todas maneras ¿No? De modo que, al menos, sería algo útil a este mundo.

Auron se quedó allí, no se atrevió a entrar en la cámara y entonces fuimos finalmente a hablar con Yunalesca.

-Yunalesca: Bueno… ¿Ya te has decidido? ¿A quién he de convertir en orador para que pueda convertirse en la invocación suprema?
-Jecht: Conviérteme a mí, realmente, debe de ser muy chulo eso de ser un eón.
-Yunalesca: Está bien, acércate.
-Braska: Jecht, ¿Estás seguro?
-Jecht: Estáis muy pesaditos Auron y tú ¿Eh? No te preocupes, ¡Todo irá bien! Es hora de convertirse en héroe ¿No crees?

Y avancé con paso firme hasta Yunalesca, la cual, solo con levantar un brazo consiguió que me salieran lucilos del cuerpo y poco a poco, empecé a notar como todo mi cuerpo se iba desvaneciendo hasta que, en un momento, no quedó nada. A partir de aquí, se acaba mi historia, sin embargo, te contaré como terminó la historia de Braska y Auron y como Spira llegó a la calma.


 

 

EPÍLOGO

Los delirios de un hombre que iba a morir

Bueno, chico, hasta aquí llega el final, tras salir Braska, directamente se dirigieron hasta la llanura de la calma y esperaron unos días hasta que Sinh apareciera, tras aparecer, rápidamente Braska me invocó. Era un ser majestuoso y enorme. Me lancé contra Sinh y fue coser y cantar, antes de convertirme en invocación pensaba que Sinh, incluso con la invocación suprema, podría suponer un reto bastante difícil de solucionar, pero no fue así, no oponía resistencia alguna.

Tras ser eliminado, un bicho bastante grande, parecido a una simple araña, apareció desde el corazón de Sinh. Cuando Braska y yo, nos decidimos a ir a acabar con ese ser, éste se volvió una bola más o menos del mismo tamaño  y se dirigió hacia mí, de tal forma que penetró dentro de mí y despareció para ‘siempre’. Entonces tras ello, Braska acabó destrozado por la invocación, hasta entonces no lo sabía, pero un invocador muere, debido a la gran presión que supone invocar a la invocación suprema y a su vez mantenerla. Tras su destrucción, Braska acabó en el suelo medio muerto y mi invocación desapareció. Auron, fue a socorrer a Braska… aunque ya era demasiado tarde.

-Auron: ¡Braska!
-Braska: Lo hicimos, ¿Eh?
-Auron: No Braska, lo hiciste
''Auron en esta escena se encontraba llorando viendo como su amigo se iba desvaneciendo poco a poco''.
-Braska: Hasta aquí llegamos, amigo mío. ¿Puedes prometerme algo?
-Auron: ¿El qué?
-Braska: Espero que Yuna no tome este camino, pero si lo hiciera… me gustaría que fueras su guardián para protegerla. Estoy seguro de que tendrá un gran futuro por delante.
-Auron: Por supuesto.
-Braska: Gracias, Auron.
''Agradeció Braska con su último aliento mientras se convertía en simples lucilos''.

-Auron: ¡Braska!

Y esas fueron las últimas palabras de mi gran amigo Braska después de nuestra heroica victoria contra Sinh… Tal y como dijo al principio de la historia, sería irónico que, el invocador marginado por casarse con una Albhed, el hombre loco que blasfemó contra toda su cultura diciendo que viene de Zanarkand y el monje guerrero renegado por rechazar la mano de la hija del sacerdote, pudieran derrotar a Sinh. ¡Ja, con esta hazaña les marcamos un gol por toda la escuadra a esos estúpidos que desconfiaban de nosotros! Después de correrse la voz de la destrucción de Sinh, espira dejó de ser una espiral de muerte hasta unos pocos años después, había fiestas por todo el mundo y toda la población era feliz y por primera vez en mucho tiempo, se respiraba felicidad y tranquilidad en Spira, o eso me imagino puesto que no estaba allí para confirmarlo, ¿Qué más da?

Por otro lado, Auron no se vio contagiado por esa felicidad, al contrario, se sentía culpable en parte por nuestra muerte y decidió tomar represalias contra Yunalesca, que fue la que lo provocó todo, por lo tanto, escaló el monte Gagazet de nuevo, llegó hasta Zanarkand echo una completa furia y se puso frente a Yunalesca con el deseo de derrotarla para vengar nuestra pérdida. A pesar del intento, como bien sabes, tengo un muy buen ojo para todo, (incluidas las mujeres) y tal y como comenté anteriormente, se podía apreciar una cantidad inmensa de poder mágico en Yunalesca, tal fue esta cantidad de poder mágico, que Auron por sí sólo, no tenía ninguna posibilidad de ganar. Fue derrotado de forma humillante y se vio forzado a abandonar Zanarkand arrastrándose por los suelos. Continuó arrastrándose cuesta abajo por todo Zanarkand, el monte Gagazet y casi toda la llanura de la calma con el objetivo de, puesto que no pudo vengar la muerte de sus amigos, al menos intentaría guardar su memoria cumpliendo la promesa que le hizo a Braska con respecto a Yuna, aunque, sólo pudo llegar hasta las cercanías de Bevelle.

Unos pocos minutos antes de su muerte, Auron vio a un joven Ronso el cual, se paró en frente suya.

-Ronso: ¿Qué te ocurrió?
-Auron: Es una larga historia.
-Ronso: Kimahri ayudar.
-Auron: No es necesario.

        Entonces, sin importar lo que Auron dijera, aquel Ronso llamado Kimahri le sujetó, y puso los hombros de Auron sobre los suyos y lo llevó hasta una pared para que descansara.

-Auron: No me queda mucho… maldita sea.
-Kimahri: Kimahri ayudar, ¿Qué poder hacer?
-Auron: ¿Podrías hacerme un pequeño favor? Aquí en Bevelle, hay una pequeña niña llamada Yuna, su padre acaba de morir y su último deseo fue el de llevarla hasta la isla Besaid para que crezca allí, por favor, ayúdame a cumplir su último deseo…
-Kimahri: Está bien, Kimahri buscar a Yuna.
-Auron: Genial, gra…

Auron no pudo terminar de agradecer a aquel Ronso toda su amabilidad. Tras ello, Auron cerró los ojos para siempre y aquel Ronso fue a Bevelle, buscó a Yuna y realizó un viaje con ella hasta la Isla Besaid, en dónde creció hasta cumplir 14 años y tal y como Braska temía, Yuna se empezó a mentalizar para convertirse en invocadora y hacer de buen nombre, el nombre de Braska.

Años más adelante, volvió a aparecer Sinh y todo volvió al principio. Mi plan fracasó y los oradores siguieron soñando. Por consecuente, Sinh continuó destruyendo. Es cierto, que en un principio, Auron no pudo cumplir la promesa que me hizo, sin embargo, tras morir y no ser enviado por ningún invocador pudo aprovecharse de ciertas ventajas como es la de utilizar a Sinh y que su espíritu pudiera llevarle hasta nuestra Zanarkand. Por esa razón y conociendo a Auron, quedándole una sola promesa más por cumplir, estoy seguro de que él se encargó de alguna forma de que tú vengas a este mundo y vivas tu propia historia, o de lo contrario, no me explico cómo estarás leyendo esto.

Aquí se acaba nuestra historia, sólo quiero decirte que sean cuales sean las adversidades que te encuentres en tu camino, chuta fuerte el balón, no ceses con muchos golpes que te den y juega todo lo mejor que puedas dando siempre algo más de ti de lo que nunca antes diste. Suerte y cuídate.


 

 

 

 

 

TE ESPERO




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